Vishuddhi y el ocultismo

Sadhguru: Vishuddhi, o Vishuddha, esencialmente significa filtro. Si se activa tu Vishuddhi, lo filtra todo. Los venenos pueden entrar en ti de muchas maneras: un pensamiento, una emoción, una idea, una energía, o un impulso equivocados pueden envenenar tu vida. Un Vishuddhi activo te salva de todas estas influencias. En otras palabras, una vez que se activa tu Vishuddhi, ya no tendrá impacto en ti lo que suceda a tu alrededor. Te consolidarás dentro de ti mismo. Y tiendes a convertirte en un ser poderoso. Normalmente omitimos el Vishuddhi cuando la gente hace sadhana, porque un aspecto de la activación del Vishuddhi es que te vuelves competente en lo oculto. El Vishuddhi es el centro de lo oculto. Hay dos tipos de ocultismo: el ocultismo tipo Muladhara y el ocultismo tipo Vishuddhi. Adiyogi es el maestro del ocultismo tipo Vishuddhi. Es por eso que su garganta se ha vuelto azul.

El Vishuddhi y Adiyogi

Si tienes un dominio razonable sobre tu Vishuddhi, funcionarás en un nivel diferente de competencia. Las personas que te rodean pensarán que eres súper humano, aunque lo único que ha sucedido es que has accedido a otras formas de funcionar. En muchos sentidos, Adiyogi es un representante de eso; tanto es así que hay muchos nombres, como Vishakantha, Neelakantha y otros, que lo describen como una encarnación de Vishuddhi, no porque esa sea la única cualidad que tenía, sino porque la gente lo reconoció por aquellas cosas que estaban más allá de su comprensión.

Por lo tanto, la gente lo reconoció por su capacidad en Vishuddhi. Sus otras capacidades eran demasiado sutiles para que las notaran. La gente esperaba algo más allá de lo que consideraban normal; en otras palabras, esperaban que sucediera algo raro. Si pones a la gente en sadhana para Vishuddhi, desarrollarás «gente rara». A quién defines como «raro» es solo una cuestión de perspectiva. Si tú te rasuraras el pelo de la cara todos los días, y alguien más no lo hiciera, en tu entendimiento, ese alguien sería raro. O digamos que una sociedad desarrolló una tradición «sagrada» de cortar la nariz de un niño después del nacimiento. Si todos hicieran esto y, luego, viniera una persona con la nariz intacta, de repente, esa persona se vería rara. Si nuestro Vishuddhi se activa, vendrán capacidades de energía que te permitirán crear muchas cosas. Si uno quiere transmitir algo y transformar las situaciones a su alrededor, es muy importante tener cierto dominio sobre el Vishuddhi. Pero, para quien se centra en el Vishuddhi, es un poco difícil encajar en las estructuras sociales. Has escuchado estas historias de Adiyogi: a veces es muy resplandeciente, magnífico, la personificación de lo masculino; en otras ocasiones, él es todo raro y loco. Estas historias describen diferentes estados en los que lo vio la gente. Cuando lo vieron en Vishuddhi, él estaba en los campos de cremación, siendo el más raro de los raros. Tenía todo tipo de seres a su alrededor porque, en el momento en que se activa el Vishuddhi, naturalmente los seres incorpóreos se moverán hacia ti.

La atracción por el Vishuddhi

Cuando estábamos consagrando el Dhyanalinga, yo estaba preparando a la gente para diferentes chakras, pero el Vishuddhi fue algo para lo que no pude entrenar a nadie, porque no teníamos a nadie lo suficientemente raro como para una transformación rápida, considerando el tipo de limitaciones de tiempo que teníamos. Así que decidí usar un ser incorpóreo en particular, un yogui que había alcanzado cierta fuerza en el Vishuddhi. En el momento en que empezamos a hacer esto, de alguna manera se arrastró una cobra, sin que nadie se diera cuenta, a través de una congregación de unas 400 personas, y se sentó en un pequeño pozo que yo había preparado para hacer algo. Cuando vi que esta serpiente trataba de tener un viaje gratis conmigo, la recogí, la puse en una bolsa y le dije a alguien que la dejara en el bosque, lo cual hicieron. Después de unas horas, nuevamente esta cobra estaba de vuelta en el mismo pozo. Quería estar allí porque vio que esta era su oportunidad. Cuando yo solía meditar durante largas horas, me sentaba en la Colina Chamundi o en un pequeño bosque llamado Aloka, en Mysore. Por alguna razón, la mayoría de las veces elegía sentarme allí por la tarde, a veces tarde en la noche. Si me sentaba por las tardes y meditaba durante unas horas, cuando abría los ojos, habría de doce a quince cobras sentadas frente a mí, esperando un viaje gratis. En el momento en que se activa el Vishuddhi, estarán allí. La cobra alrededor del cuello de Adiyogi es un simbolismo que indica el camino a seguir y cómo suceden las cosas cuando se activa el Vishuddhi.

El Vishuddhi no es para todos

Otra razón, por la que generalmente omitimos el Vishuddhi con la mayoría de la gente, es porque alguien que está buscando la realización no necesita pasar por todos estos trabajos. Solo quien quiere explorar las tecnologías de la vida, quien quiere transmitir algo, quien quiere convertirse en una especie de repositorio para el futuro tiene que pasar por todo esto. Para uno que quiere simplemente realizarse, no es necesaria ninguna de estas cosas: solo un golpe en la cabeza, y debe suceder. No es tan complicado. Pero, si quieres explorar la naturaleza de tu existencia, que, de alguna manera, es una micro representación de la existencia más grande, es una exploración interminable. Debido a que es una exploración ilimitada, categorizamos las chakras para poder entenderlos, de modo que, cuando ocurran diferentes dimensiones, sepas cómo reconocerlas. De lo contrario, no hay necesidad de categorizar. El reconocimiento nunca ocurrirá por tu comprensión de las chakras, sino solo por la fuerza de tu experiencia. Aun así, la naturaleza de la mente humana es tal que no puede mantenerse callada. Tiene hambre de algo nuevo todo el tiempo. Tienes que satisfacerla de alguna manera. De lo contrario, no se quedará con nada. Tienes que hacer que tu mente se sienta un poco inteligente. De lo contrario, esa maldita compañera interferirá con todo en tu vida. Todos, sin excepción, en algún lugar profundo creen que son inteligentes. Puede que te hayas entrenado para parecer humilde frente a otras personas, pero, dentro de ti, tú crees que eres inteligente.

El Vishuddhi y los de cuerpo azul

Cuando las energías de uno se centran en el Vishuddhi, uno desarrolla un aura de color azul eléctrico. Esta es la razón por la cual todos los seres muy activos y capaces del pasado —como Rama, Krishna y, por supuesto, Shiva— siempre han sido descritos, en la India, como de cuerpo azul. Si quieres realizarte y ser activo, necesitas un aura azul; eso significa que necesitas que se active el Vishuddhi. De lo contrario, no puedes actuar de maneras que estén más allá de la capacidad normal. Aquellos que tenían la consciencia necesaria vieron que estos seres tenían un aura azul, así que los describieron como de cuerpo azul, y los artistas los pintaron de azul de pies a cabeza, no porque su piel fuera azul. El simbolismo de un cuerpo azul indica un dinamismo entre la dulzura de la emoción y el discernimiento de la mente. Si sucede demasiada dulzura de emoción, no quieres involucrarte con el mundo; estás bien como eres. Si el discernimiento de la mente, o el intelecto, llega al punto en que ves todo perfectamente claro, entonces no quieres involucrarte con nadie. Te vuelves distante. Solo si tu Vishuddhi está activo, si eres «de cuerpo azul», entonces puedes tener dulzura de emoción y discernimiento de mente. Puedes jugar con el mundo de la manera que quieras y, aun así, no ser tocado por él.

Nota del editor: «Body: The Greatest Gadget» («El cuerpo: el mejor mecanismo») es una introducción al mecanismo más sofisticado e increíble del planeta. Es un primer paso en un viaje intrigante y emocionante que culmina en el dominio total del sistema, lo que nos permite mantenernos enraizados en lo físico y, sin embargo, probar el más allá. Sobre todo, el libro es una visión de una posibilidad de vivir y funcionar de una manera que la mayoría de los seres humanos considerarían superhumana. Descárgalo ahora (en inglés). Muy pronto estará disponible la versión en español de este libro. Una versión de este artículo fue publicada originalmente en la revista Isha Forest Flower de noviembre de 2017.