El 12 de agosto es el Día Internacional de la Juventud. En este artículo, Sadhguru analiza la diferencia entre la fe y la creencia, y cómo en el momento en que los jóvenes creen, ¡se vuelven viejos!

 Sadhguru: Un lamento que se oye a menudo es que la generación actual no es religiosa, que no comparte las mismas creencias que una generación anterior.

Personalmente, ¡me gustaría que hubiera más jóvenes que no creyeran! Es una situación desafortunada en el mundo cuando los jóvenes creen lo que dicen sus padres. Los jóvenes solo son juveniles cuando no creen nada. Deben estar dispuestos a explorar; deben querer saber por sí mismos. Si ese anhelo se desvanece, ¿cómo los puedes seguir llamando jóvenes? ¡Son viejos!

Los jóvenes solo son juveniles cuando no creen nada. Deben estar dispuestos a explorar; deben querer saber por sí mismos. 

Entendamos primero la distinción entre una religión y un proceso espiritual. Cuando perteneces a cualquier forma de religión organizada, eres un creyente. Cuando estás en un camino espiritual, eres un buscador.

¿Cuál es la diferencia entre los dos? Cuando dices «creo», fundamentalmente dices: «No estoy dispuesto a admitir que no sé». El buscador está dispuesto a admitir que no sabe. El creyente no está dispuesto a admitir esto. Saca conclusiones sobre lo que aún no está dentro de su experiencia.

Buscar significa que te has dado cuenta de que no conoces la naturaleza esencial de tu propia vida o la fuente de esta creación. No sabes quién eres, de dónde vienes, a dónde irás. Cuando estás en un estado de «no lo sé», estás vivo, eres responsivo, infantil, incapaz de entrar en conflicto. La inteligencia humana es tal que te hace preguntarte sobre la vida. En cuanto sustituyes este profundo sentido de asombro por certeza, has destruido todas las posibilidades de saber. En la creencia, tienes un nuevo tipo de confianza; pero la certeza sin claridad puede ser peligrosa, tanto para ti como para el mundo.

Empieza desde donde estés

Un proceso espiritual significa que eres absolutamente honesto contigo mismo. No importa quién dijo qué, ya sea Krishna, Jesús, Buda, o Dios o sus mensajeros. Tal vez estén diciendo la verdad, pero tú no la has experimentado. Puedes escuchar con todo el respeto debido, pero sigues sin saber.

Cuando ves que no sabes, puedes recorrer un camino que empieza donde estás. Pero, a diferencia de un creyente, no haces suposiciones sobre el destino final.

Cuando ves que no sabes, puedes recorrer un camino que empieza donde estás. Pero, a diferencia de un creyente, no haces suposiciones sobre el destino final. Como al menos has puesto un pie en el camino tienes cierta comprensión de lo que es, puedes ver si funciona para ti. Entones, todavía hay espacio para que tu inteligencia funcione. Pero si sacas conclusiones sobre tu destino, no hay espacio para la inteligencia; el resultado es el estancamiento.

El conflicto en el mundo no es entre el bien y el mal, como se proyecta tan a menudo. El conflicto es siempre entre la creencia de un hombre y la creencia de otro hombre, ya sea dentro de la familia o entre naciones. En cuanto crees algo, entras en conflicto con la creencia contraria. Puedes posponerlo con un discurso moderado. Pero el conflicto es inevitable.

¿Fe? ¡sí! ¿Creencia? ¡no!

Necesitas algo de fe para recorrer el camino espiritual, pero no creencia. La fe surge de una profunda experiencia interior. Esto no implica ningún cálculo, ninguna intención oculta, ningún adoctrinamiento, ninguna garantía.

La creencia es cultivada; la fe es algo que sucede. O, para ponerlo de otra manera, la creencia es un lavado de cerebro; ¡la fe consiste en lavar el cerebro!

En Isha, desde el primer día, solo pongo dudas en la mente de las personas. Los nutro de dudas porque todo adoctrinamiento tiene que desaparecer si lo real debe suceder. Deliberadamente estructuro mi personalidad de una manera que haga sentirse incómodas a las personas. Nunca pido a las personas que «confíen» en mí, porque la palabra está muy corrompida. Si las personas siguen ahí, es solo por una experiencia interior. Esto no es psicológico. Esto es fe. Sus mismas energías vitales están involucradas en el viaje.

La fe no consiste en ser insensato. Es reconocer que hay una inteligencia en el universo que está más allá de nuestra lógica limitada, y buscar formas de acceder a ella. Pero ahora mismo, desafortunadamente, el significado de «fe» se ha malentendido como 'dogma rígido'.

Si un día tu experiencia se eleva más allá de las limitaciones de tu mente, la fe sucederá por sí misma. La creencia es cultivada; la fe es algo que sucede. O, para ponerlo de otra manera, la creencia es un lavado de cerebro; ¡la fe consiste en lavar el cerebro!

Una vez que tienes una mente que cuestiona, aprende a emplearla para crecer. No trates de desechar la mente; es imposible. La fe y la razón no tienen por qué ser mutuamente excluyentes. La razón inmadura es ateísmo. Cuando la razón madura, se convierte en fe.

Nota del editor

En este video Sadhguru habla de cómo la elaboración de filosofías en tu cabeza te aleja, en última instancia, de la verdad. Refiriéndose a los filósofos, Sadhguru menciona que «La gente se ha enamorado de las palabras y ha perdido el mundo». Luego, continúa explicando cómo la gente puede trabajar para acercarse a la verdad.