Sadhguru: Esta tierra, esta nación, esta antigua civilización ha sido una fuente de tremendo talento y genio en el pasado. Este talento y este genio nacieron, esencialmente, no del estudio, sino de la devoción. Los más grandes científicos, médicos y matemáticos fueron todos devotos por excelencia porque, en la devoción, te vuelves inclusivo. En la inclusión, nada está más allá de ti. Ser un devoto significa llegar a una dimensión diferente de percepción e inteligencia, dejar de lado lo mezquino e invitar a la posibilidad de lo Divino. Un devoto no se sienta en un trono tachonado de diamantes, ni aspira a tenerlo. La única aspiración es estar en el regazo de lo Divino. Esta aspiración no es un deseo de ir a alguna parte. Solo al cambiar nuestra percepción fundamental de toda la creación llegaremos al regazo de lo Divino.

Una herramienta para romper las limitaciones

La devoción es una herramienta tremenda para romper todas las limitaciones dentro de uno mismo. Ya sea que se trate de restricciones psicológicas, emocionales o kármicas, si hay un torrente de devoción, lo llevará a uno a través de todos estos límites sin esfuerzo. Con la sádana regular, se necesitaría una enorme cantidad de trabajo para eliminar estos límites. Pero, con la sádana que se hace en un estado de enorme devoción, puedes navegar por encima de todos los límites que has creado dentro de ti. Esto incluye las prisiones de percepción que han surgido a lo largo del tiempo.

La devoción no es una deducción que uno hace. La devoción es una forma de elevarse más allá de todas las deducciones. 

Digamos que ves unas flores muy bien arregladas; es común que la curiosidad y la inteligencia humanas quieran saber quién hizo esto. Si ves una obra de arte, te gustaría saber quién la hizo. Pero, increíblemente, muy pocas personas, mientras están inmersas en la vida —en una obra maestra de la creación aquí mismo en forma de sistema humano—, se hacen la pregunta: «¿Quién es el Creador?». Y, por supuesto, la gente tiene respuestas prefabricadas. La devoción no es una respuesta prefabricada. La devoción es un dispositivo para llegar allí. La devoción no es una deducción que uno hace. La devoción es una forma de elevarse más allá de todas las deducciones. La devoción es una forma de crear un torrente que te llevará más allá de todas las limitaciones y restricciones de la experiencia. Si te has entregado en estos veintiún días, no solo te has purificado a ti misma sino a todos los espacios que te rodean. La nación y el mundo se beneficiarán enormemente de ello. Y la devoción no es una tarea de veintiún días. Debes seguir desbordando devoción a diario. No es algo que haces, es algo que vives. Es como tu respiración. Si la gracia de Bhairavi, si su huella se establece en tu corazón, nunca tendrás que preocuparte por la victoria o el fracaso, la prosperidad o la pobreza, la vida o la muerte. Para quien consigue aterrizar en el regazo de lo Divino, todas estas cosas son triviales y sin importancia.

Restablecer la devoción

Que este proceso que has iniciado te abrume de verdad porque, si el fenómeno de la creación y la fuente de la creación no te abruman, ni siquiera eres apto para ser una roca. Si esto no te abruma, ¿qué lo hace? El símbolo del gobierno de Tamil Nadu es un templo. Eligieron este símbolo porque esta tierra ha estado tan impregnada de devoción que, dondequiera que fueras, siempre se sentía como un templo. La devoción era la pieza principal de la vida de la gente aquí. Una vez más, ha llegado el momento de restablecer esto. De lo contrario, desprovistos de devoción, nos volveremos como cualquier otra criatura. Entonces nos preguntaremos por qué estamos aquí. Porque, si te limitas a comer, dormir, reproducirte y morir, un día, en algún momento del camino, si tienes un cerebro que funcione, llegará la pregunta: «¿Por qué demonios estoy aquí? ¿Cuál es la naturaleza de mi existencia?».

Ser naturalmente dichoso

La devoción es una herramienta poderosa. Es un buldócer que aplasta toda resistencia dentro de ti. Con la devoción, todo se unifica. La idea de la sádana de veintiún días es hacer que la devoción forme parte de tu vida, de cada momento de tu vida. Si, en un lugar actúas con devoción y en el resto de los lugares no lo haces, significa simplemente que eres una persona pretenciosa. Si es real, si eres así en cada momento de tu vida, con todo lo que hay en el mundo, eso es devoción. Un corazón desprovisto de devoción es un corazón estéril. Necesita demasiado trabajo y estimulación para que sea dichoso. Un corazón lleno de devoción es fértil. Será naturalmente dichoso. Necesitamos una ola de devoción. Si te empapas de devoción, la dicha simplemente ocurrirá. Por favor, haz que suceda para ti y para el mayor número posible de personas a tu alrededor.

Nota del editor

¿Cuál es esa dimensión de nuestra inteligencia que nos permite vivir  sin ningún tipo de miedo? En el siguiente video Sadhguru desarrolla el proceso por el cual podemos abrirnos a ese estado.