De seguidor de YouTube a buscador espiritual: ¿cómo conectar con Sadhguru como gurú?
Sumérgete en las profundidades de la sabiduría con Sadhguru, mientras responde a una pregunta apremiante sobre cómo conectar con el gurú desde donde nos encontremos. Su respuesta aborda nuestras prioridades en la vida, a veces equivocadas, la importancia de la búsqueda genuina y cómo comprender el papel de un gurú. Aprende que, aunque el crecimiento es doloroso, hay que aceptarlo en lugar de temerlo.


Pregunta: Vivo en Kazajistán y veo con frecuencia tus videos en YouTube. Estoy ansioso por saber más, pero me siento incapaz de encontrar acceso a ti como gurú. ¿Qué debo hacer?
Sadhguru: Si estás atento a la vida, puedes aprovecharla. Tanto si las erupciones solares provienen del Sol como si surgen dentro de ti, cuando algo estalla, tu capacidad para aprovecharlo depende de tu grado de alerta ante la vida y de la atención que le prestes a la vida que eres. La gente le presta mucha atención a su cabello, pero no tanta a su cabeza. Creo que la cantidad de dinero que se gasta en productos para el cabello es varias veces superior a la que se gasta en investigación cerebral y neurológica.
La atención de las personas se desvía de los aspectos vitales de la vida. La mayoría de las personas no se dan cuenta de lo que ocurre dentro de ellas. Una de las razones es porque les preocupa su aspecto. Para una chica, puede que se trate de su aspecto físico. Para un hombre, puede ser algún otro aspecto de cómo se ve ante los demás. La cuestión es que la imagen que los demás tienen de ti acapara toda la atención, pero cómo eres realmente no recibe ninguna atención.
Hace mucho tiempo, te «enviamos» un gurú muy bueno. Hace miles de años, un yogui viajó a regiones cercanas, como Armenia, Azerbaiyán y partes de lo que hoy es Turkmenistán, y difundió este conocimiento. En aquella época se fundaron muchos templos e instituciones. Pero, en los últimos 1400 años, llegaron religiones agresivas y los destruyeron. Hoy en día, solo quedan pequeños vestigios.
Ahora no podemos arreglar eso. Pero, hoy en día, en muchos sentidos, tanto la peor inmundicia como lo más sagrado se encuentran en Internet. Probablemente, la mayoría de ustedes me conocen solo por Internet. Así que no tienes que preocuparte por «No tengo un gurú, ¿qué hago?». No tienes que buscar un gurú; nunca debes hacerlo porque entonces buscarías algo que te gusta. Una persona que te gusta no es un buen gurú para ti.
Si te sientas con él, tiemblas y quieres irte, pero no puedes hacerlo, ese es un buen gurú. Si, cuanto más te acercas a él, más te aterroriza —pero no puedes alejarte—, eso es bueno. Si te gusta alguien, no es bueno, porque te gustan aquellos que te hacen sentir cómodo. No se trata de comodidad. El crecimiento siempre es doloroso.
Sabes lo difícil que es para un ave salir del huevo, para una mariposa salir del capullo o incluso para una semilla salir de la cáscara. Y sabemos las dificultades que implica para un niño salir del útero materno. Por lo tanto, el crecimiento siempre es doloroso porque algo tiene que romperse. Para romperte y convertirte en otra cosa, hay que pasar por el dolor. Por lo tanto, no debes buscar un gurú, sino profundizar tu anhelo. Si intensificas este anhelo, estés donde estés, te encontraremos, incluso sin Internet.
Pero debes profundizar tu anhelo. La gente dice que son buscadores; pero, si les preguntas qué es lo que buscan, puede que respondan algo como: «Busco a Shiva». Si ya sabes lo que estás buscando, ¿para qué buscas? Un verdadero buscador es alguien que no sabe. «No lo sé» es la base de la búsqueda. Buscar significa conocer el dolor de la ignorancia. Si el dolor de no saber te está destrozando —y aún así no abandonas tu búsqueda—, entonces, estés donde estés, yo estaré ahí para ti.



