Una palabra es una mentira, explica Sadhguru, mientras que un sonido es una cierta realidad. Él cuenta una historia de la vida de Matsyendranath y Gorakhnath para ilustrar el proceso de disolverse en el silencio sin sonido.

Sadhguru: El habla es de la sociedad, las palabras son de la mente, los sonidos son de la naturaleza, lo insonoro es del más allá. Por lo tanto, si uno se identifica con su propia habla, pertenecerá a la sociedad. Si se identifica con sus palabras, pertenecerá a la mente. Si se identifica con los sonidos, pertenecerá a la naturaleza. Si alguien se disuelve en el silencio insonoro, solo a él se le abrirán los reinos del más allá.

Lo que llamamos «sociedad» es esencialmente una conversación. Es solo debido a la conversación constante —algún tipo de comunicación, expresión de pensamientos, emociones e ideas— que hay algo a lo que te puedes referir como sociedad. Si no hay ningún tipo de conversación o comunicación o, esencialmente, si no hay un habla, no habría sociedad. Para la mayoría de las personas, es muy difícil estar en silencio porque el silencio es una forma de pasar de ser un ser social a un ser individual. El término «ser social» es solo una expresión de cortesía para llamarte «multitud». Es solo el individuo quien puede percibir, trascender e iluminarse, porque la sociedad no es una realidad, es solo una conversación, una cacofonía del habla. Si todos dejan de hablar, no habrá sociedad.

No ser un ser social no implica que seas antisocial. Ser un ser social simplemente significa que no eres un ser, eres un cierto tipo de ruido. Si perteneces a una sociedad juvenil, harás un tipo de ruido. Si perteneces a una sociedad corporativa, haces otro tipo de ruido. Si perteneces a una sociedad religiosa, haces otro tipo de ruido. Si no haces los ruidos adecuados, no pertenecerás a esa sociedad. Si simplemente eliminamos el habla del mundo, los seres humanos dejarán de ser seres sociales, porque la necesidad del habla solo apareció cuando la gente se reunió, y la gente se reunió, la mayoría de las veces, solo porque tenía una necesidad de hablar. Ya sabes, hay sociedades de chismes por todas partes. ¡Esa es la única sociedad universal! Dondequiera que vayas, ya sea una multitud corporativa o una multitud de alta sociedad o una multitud religiosa o, incluso, una multitud espiritual, la sociedad del chisme siempre existe. El chisme es una necesidad compulsiva de hablar; no importa si sabes algo o no, tienes que hablar.

El sonido es realidad, las palabras son mentira

La conversación, el habla y los sistemas sociales se formaron solo porque la mente humana podía inventar una palabra. Una palabra no es una realidad. Tampoco lo es la mente. El sonido es una realidad. Hay todo tipo de sonidos en la naturaleza. Pero una palabra no es una realidad. En la India, dado que tenemos más de 1 300 idiomas y dialectos muy próximos, sucede con mucha frecuencia que una palabra en un idioma significa algún objeto sagrado; pero, en otro idioma, significa una cosa sucia. Una palabra es una cosa inventada. Un sonido no es una cosa inventada. El sonido es una cierta realidad. El sonido puede ser un vehículo para penetrar en la naturaleza de la naturaleza misma, pero las palabras no te llevan a ninguna parte porque simplemente se inventan en tu mente.

Si vas con las palabras, estarás lleno de necedades. Si vas con los sonidos, podrías explorar diferentes aspectos de la naturaleza.

El sonido es una realidad en la que estás envuelto constantemente. Lo que llamas «forma» es solo otro nivel de sonido. El sonido es una reverberación que es una realidad existencial. Debido al uso constante de palabras y de formaciones más complejas de palabras —a las que llamamos oraciones, lenguaje, conversación y literatura—, la mente se ha llenado de palabras, tanto, que la misma realidad existencial se oscurece.

Las personas que viven en sociedades activas ya no pueden relacionarse con las formas, solo pueden relacionarse con las palabras. Los niños pueden relacionarse con las formas al principio; pero, hoy en día, captan las palabras muy rápido. Probablemente, a los cuatro o cinco años de edad, también han perdido las formas y están llenos de palabras. Cuando estás tan lleno de tu propia invención, estás destinado a la confusión y a la falta de claridad sobre la vida, porque una palabra es esencialmente una mentira.

La definición de yoga de Patanjali es «Chitta vritti nirodha». Esto significa: 'Cuando todas las modificaciones de tu mente desaparecen, eso es yoga'. Cuando las fluctuaciones de tu mente desaparecen, eso es yoga. Las fluctuaciones de tu mente son causadas, esencialmente, por las palabras que generas. Generar palabras significa inventar significados para sonidos sin sentido.

Si vas con las palabras, estarás lleno de necedades. Si vas con los sonidos, podrías explorar diferentes aspectos de la naturaleza. Estar lleno de formas no lo es todo, pero es un paso más cerca que estar perdido en palabras. Si aprendes diez idiomas diferentes y usas los diez con la misma facilidad, verás que no tendrás palabras en tu mente; tendrás solo formas porque, ahora, si tengo que decir «árbol», tengo diez palabras para el árbol. El idioma sánscrito hizo esto: para cada forma, crearon al menos una docena de palabras diferentes para que, en tu mente, no se pegue la palabra, solo se pegue la forma. Cuando tienes que hablar, tienes que crear una forma y, luego, salir con una palabra adecuada, dependiendo de la situación. Estos fueron dispositivos que se crearon para que, paso a paso, mientras vives, el proceso mismo de la vida te lleve lentamente hacia esa ausencia de sonido, hacia la fuente de la creación y hacia la liberación. Todo fue diseñado de esa manera.

Nishabdh: más allá del sonido

La existencia que uno es capaz de ver, oír, oler, saborear y tocar a través de los cinco sentidos es, esencialmente, un producto de reverberaciones, un juego de sonido o «nada». El cuerpo y la mente de un ser humano también son reverberaciones. Pero el cuerpo y la mente no son un fin en sí mismos, son solo la cáscara externa de una posibilidad. La mayoría de las personas no van más allá de la cáscara; se sientan en el umbral de la puerta toda su vida. Sin embargo, el propósito de una puerta es entrar. Para experimentar lo que está más allá de esta puerta, la práctica del silencio se conoce como «maun».

La palabra castellana «silencio» no dice mucho en realidad. En el idioma sánscrito, hay muchas palabras para el silencio. «Maun» y «nishabdh» son dos significativas. «Maun» significa 'silencio' tal y como generalmente lo conocemos: no hablas; es un intento de crear nishabdh. «Nishabdh» significa 'ausencia de sonido o más allá del sonido'. Aquello que está más allá del sonido es lo que está más allá del juego de las formas y de los cinco elementos. Lo que está más allá del sonido es el pasaje final a lo que es la fuente misma de la creación.

«Nishabdh», «nirvan», «nirvikalp», todos estos significan lo mismo en un sentido. «Nishabdh» significa 'ausencia de sonido'; «nirvan» significa 'ausencia de forma'; «nirvikalp» significa 'lo que está más allá de kalpa o creación, lo que no es ni sonido ni forma'.

Claro como el cristal

Hay una historia sobre Matsyendranath y Gorakhnath. Matsyendranath, un gran yogui, es generalmente considerado como una encarnación de Shiva. No queremos decir que Shiva nació de nuevo. Decimos que él es una encarnación porque, en términos de su conocimiento y capacidad, él no es muy diferente de Shiva. Después de todo, nos interesa Shiva por las cualidades que posee, no por el hombre. Matsyendranath estaba muy cerca de eso, así que la gente decía que él era el mismo Shiva. Gorakhnath fue su discípulo más cercano, quien más tarde se convirtió en una leyenda por sí mismo, uno de los yoguis más conocidos del país. Gorakhnath realizó una cantidad fenomenal de trabajo en todo el subcontinente. No hay casi nadie en la India que no haya oído hablar de él.

Gorakhnath es del tipo que, si le dices que haga un mantra diez veces, lo hará diez mil veces. Siempre está activo.

Matsyendranath caminaba con Gorakhnath y acababan de cruzar un pequeño arroyo. Matsyendranath se sentó bajo un árbol y dijo: «Tráeme un poco de agua». Gorakhnath corrió por el agua. Si el gurú pide agua, Gorakhnath lo quiere hacer al instante; así que corrió. Encontró que el pequeño arroyo había sido cruzado por algunas carretas en ese momento y que el agua estaba turbia. Así que volvió corriendo adonde su gurú y le dijo: «El agua está turbia en ese lugar. A solo diez minutos, hay un río; iré allí y traeré el agua». Matsyendranath dijo: «No, trae agua de ese mismo arroyo, de ese mismo lugar». «Pero está turbia». «Quiero agua de ese mismo arroyo, de ese mismo lugar y estoy sediento». Así que, Gorakhnath corrió de nuevo al arroyo y todavía estaba muy turbio. No sabía qué hacer y, de nuevo, corrió hacia su gurú. Matsyendranath dijo de nuevo: «No; quiero agua de ese arroyo». Sin saber qué hacer, regresó de nuevo. Entonces, encontró que el agua estaba un poco más clara. Entonces, esperó. En cinco o diez minutos, se volvió tan pura como era posible. Él trajo el agua —rebosante de éxtasis, saltando de alegría— y se la dio a su gurú. Matsyendranath puso el agua a un lado y no bebió. No tenía sed.

Gorakhnath es del tipo que, si le dices que haga un mantra diez veces, lo hará diez mil veces. Siempre está activo. Cualquier cosa que le digas, la hará con gran fervor —lo cual es una gran cualidad—, pero ahora le había llegado el momento de moverse a otro espacio. Así que, Matsyendranath estaba transmitiendo un mensaje: «Has hecho muy bien todos los trajines y la actividad intensa pero, ahora, ha llegado el momento. Solo espera. Se volverá claro como el cristal».

El sonido está esencialmente en tu mente. Cualquiera que sea el sonido que se produzca, si estás dormido, no importa. Solo si duermes mal es un problema, de lo contrario, ¿qué significa el sonido para ti cuando estás profundamente dormido? Toda la mente turbia se debe simplemente a los sonidos que tú generas, que toman la forma de palabras, y tú atribuyes significados a sonidos sin sentido. Solo espera. Una vez más se volverá claro como el cristal. Si todos los sonidos se apagan, si dejas de atribuir significados a las palabras, si todo se derrumba, entonces, será claro como el cristal, sin sonido.

Nota del editor: «Mystic's Musings» («Cavilaciones de un místico») incluye más de las perspectivas de Sadhguru sobre el sonido y el silencio. (Aún no está disponible en español).