Pregunta: Sadhguru, soy una mamá para las plantas. Cultivo mis propios alimentos de forma natural y también motivo a otros a hacer lo mismo. También soy una mamá para los animales. Las respuestas de los animales son más visibles, pero creo que las plantas también responden, y puedo conectarme con algunas de ellas. Entonces, ¿cómo puedo comérmelas?

Sadhguru: Me preguntas si puedes comerte a tus «hijos». Comer lo que consideras tus «hijos» es bueno porque no comerás más de lo que debes. Lo minimizarás y serás más consciente de lo que estás consumiendo.

Empoderamiento sin inclusión: una receta para el desastre

Antes de empoderar a cualquier ser humano con ciertas posibilidades e iniciarlo en un proceso poderoso, siempre nos aseguramos de que dé este paso dentro de sí mismo: «Soy una madre para el mundo». Sin eso, no lo empoderamos, porque el poder sin inclusión es algo peligroso. Ya sea tu naturaleza individual, tu familia, tu comunidad, tu país, tu raza, tu religión o cualquier otra cosa, todas estas cosas se han convertido en fuerzas mortales. Han matado al mayor número de personas en este planeta en los últimos milenios.

Cuando dices «mi tribu, mi clan, mi raza, mi religión, mi nación, mi esto, mi aquello», lo que estás expresando es, en esencia, una falta de inclusividad. En el momento en que no eres inclusivo, es mejor que no te empoderemos. Sin empoderamiento, causarás poco daño. Con empoderamiento, causarás un daño tremendo.

Es mejor ser como una madre para el mundo y ser sensible con cada vida.

En este momento, como generación, estamos súper empoderados. Lo que mil personas podían hacer hace mil años, hoy lo puede hacer una sola persona, porque la ciencia y la tecnología nos han dotado de poder. Cuando esto ocurre, es mejor ser como una madre para el mundo y ser sensible con cada vida. No puedes sobrevivir sin comer. Tienes que comer. Si tienes que comerte a tus propios «hijos», ¿cómo lo harás? Al principio, sufrirás; pero, después de un tiempo, lo aceptarás.

Si tienes que destruir algo que te importa, lo harás de la forma menos agresiva posible. Nunca harás más de lo necesario. Si esto ocurre con nuestra alimentación, actividad y todo lo demás, en muchos sentidos, hemos cambiado el mundo. No caigas en la trampa de simplificar en exceso las cosas, creyendo que los animales responden porque gritan, y las plantas no responden porque no gritan. ¿Quién dijo que no gritan? Cada microbio del mundo grita a su manera.

Volverse sensible a la vida

Cuando estaba en la gira de Salvemos el Suelo, todo el mundo me preguntaba: «¿Cómo sabes todo esto? ¿Eres científico del suelo o ambientalista?». No soy ecologista, ni geólogo; definitivamente, no soy ambientalista. Soy como cualquier otro gusano en este planeta. Si le preguntas a un gusano, ¿sabrá lo que está pasando en el suelo que lo rodea? Sin duda lo sabe, porque le afecta la vida. También afecta tu vida, pero te has vuelto demasiado insensible para darte cuenta.

No te das cuenta porque lo que pasa en tu «caja de huesos» (1) se ha vuelto más importante que lo que pasa con la vida. De lo contrario, lo notarías. Si ves algo como parte de ti misma, naturalmente, serás sensible a ello. Deja todo eso de mamá de las plantas, mamá de los animales; es una forma muy simplista de verlo. Pero, sinceramente, ¿hay algo en este mundo que no forme parte de ti, de alguna manera? En todos los años que has vivido, no sabes en qué planta, animal o microbio se han metido tus exhalaciones.

 

Si ves algo como parte de ti misma, naturalmente serás sensible a ello.

De alguna manera, estás conectada con todo. Ser sensible a la vida y ser inclusiva con la vida que nos rodea es muy importante. Como mujer, si crees que la única manera de ser inclusiva es siendo madre, está bien para mí; pero no te conviertas en una «mamá», porque las mamás suelen hacer cosas tontas. Están genética e internamente programadas para tener prejuicios absolutos. Es natural que una madre tenga muchos prejuicios a favor de sus hijos, lo cual es muy importante para protegerlos.

(1) Cráneo/cabeza

Más allá de la supervivencia

Lo disfrutas mientras te favorece. Cuando se vuelve en tu contra, verás lo malo que es. Eso es instinto de supervivencia. No difundas eso por todas partes porque el instinto de supervivencia siempre es «tú contra mí». El ser humano es capaz de una inteligencia que va más allá del proceso de supervivencia. Eso es lo que debe crecer. Estas dos cosas básicas están dentro de ti: tu instinto de supervivencia y tu anhelo de expandirte.

Debes potenciar el anhelo de expandirte, no el instinto de sobrevivir. Porque, con este nivel de inteligencia y empoderamiento, si potenciamos el instinto de supervivencia, será un proceso muy destructivo.