La anatomía de Angamardana
Angamardana es un sistema de ejercicios dinámicos que vigorizan el cuerpo en todos los niveles. Sadhguru examina cómo Angamardana desarrolla resistencia y fortalece el tejido fundamental del cuerpo.
P: He practicado Angamardana durante los últimos tres meses y medio, y me gustaría llevarla al siguiente nivel. ¿Cómo hacerlo?
Sadhguru: Si quieres llevar Angamardana al siguiente nivel, tu cuerpo debe volverse muy flexible; de lo contrario puedes sufrir un desgarro. Angamardana trabaja sobre los ligamentos y los tendones del cuerpo más que los músculos. No es como levantar pesas. El levantamiento de pesas desarrolla los músculos. Si haces Angamardana, la carga recaerá sobre los ligamentos y tendones. Las «bandas» que mantienen unidos el sistema óseo y los músculos son las que más se estiran. Es por eso que Angamardana te da un tipo diferente de fuerza y resistencia.
Fortalecer el tejido fundamental
Si desarrollas los músculos más allá de cierto punto, necesitarás dormir mucho. El cuerpo tiene que hacer demasiado trabajo innecesario. Si te vuelves muy musculoso, no podrás sentarte con los ojos cerrados. Si lo que buscas es fuerza y resistencia, necesitas fortalecer el tejido fundamental del cuerpo. Esto es lo que hace Angamardana. Si te estiras demasiado de repente, y te haces un desgarro, no se curará fácilmente. Un hueso roto puede curarse en seis semanas. Una rotura de ligamento es mucho más difícil de curar porque es lo que mantiene unida la estructura del esqueleto. Este fortalecimiento lleva tiempo. Después de al menos 30 meses de práctica diaria, el cuerpo de algunas personas estará preparado para Angamardana avanzado. Las prácticas avanzadas implican estiramientos extremos, que no son necesarios para la vida normal. Solo sería necesario para alguien que quiera escalar rocas sin cuerdas, por ejemplo.
Cuando yo era joven, podía escalar casi cualquier cosa. Me bastaba con un pequeño agarre de un centímetro y medio de profundidad. Toda la carga del cuerpo recaía sobre esta pequeña zona. He contado esto muchas veces: cuando 12 doce años de edad, vi una vez a un hombre de más de 70 trepar por un pozo de unos 17 o 18 metros de profundidad —en agarres apenas profundos para sujetarlos con la punta de tus dedos—, más rápido que yo. Obviamente, había preparado su cuerpo mucho mejor que yo. Por aquel entonces, yo no había hecho nada de Angamardana. Mi entrenamiento se limitaba a escalar cada árbol y estructura que veía. Él se había entrenado sistemáticamente.
Las artes marciales tradicionales como el «kalaripayattu» también requieren este tipo de fortalecimiento para poder luchar sin dañar el sistema. Los boxeadores y los jugadores de fútbol americano suelen acabar con enfermedades neurológicas en la última parte de su vida, como Muhammad Ali y muchos otros. Al tener una fuerte voluntad de ganar, estas personas tendrán éxito durante un tiempo, pero su sistema sufrirá una paliza. No se trata de juzgarlos, son grandes a su manera. Es solo que han recibido demasiados golpes en la cabeza. Incluso golpear algo constantemente puede tener un efecto de sacudida en el propio sistema. Aún si los músculos son fuertes, fortalecer el tejido fundamental del cuerpo es un asunto diferente.
En las regiones del Himalaya de la India y Nepal ves mujeres de apenas metro y medio de estatura, con aspecto frágil y desnutridas. Estas mujeres no pesan más de 45 kilos, pero llevan una carga de leña o de otras cosas, de 65 a 70 kilos. Su sistema se ha vuelto tan fuerte porque desde temprana edad, al vivir en las montañas, han subido y bajado las laderas llevando cargas. Deberías ver a los chicos sherpas que nos acompañan en la caminata a Kailash. Una vez, cuando escalamos el paso de Thorong La, que está a 5400 metros de altitud, los participantes jadeaban a cada paso. Yo iba mucho mejor que la mayoría del grupo, pero estos chicos sherpas que nos acompañaban llevaban todo el equipaje, los cilindros de gas, el equipo de cocina, etc. encima de todo lo demás. Cuando llegamos allí, todos nos sentamos, contentos de que no nos fallara el corazón, y esperamos a que se nos calmara la respiración y los latidos. Estos chicos tiraron el equipaje al suelo e instantáneamente empezaron a correr alrededor, persiguiéndose entre ellos, saltando unos sobre otros, peleándose y revolcándose solo por diversión, a esta altitud. Este es el tipo de resistencia que se desarrolla desde la infancia. Estas no son solo capacidades aeróbicas: su tejido vital básico es fuerte.
Un nivel diferente de fuerza
De manera similar con Angamardana, se desarrolla un nivel diferente de fuerza. No se trata de desarrollar los músculos sino de fortalecer los ligamentos. Una vez que los fortaleces, te mantendrán en buen estado durante toda la vida. El Angamardana regular que enseñamos sirve perfectamente bien para este propósito. Si quieres intensificar la práctica, puedes hacerla dos veces. Algunas personas pueden pensar que están lo suficientemente en forma como para llevar Angamardana al siguiente nivel, pero si miras más de cerca, verás que la ruina de la civilización moderna es que los seres humanos están perdiendo su forma. Sin embargo, en algún momento, introduciremos el siguiente nivel de Angamardana, pero solo si la gente se dedica lo suficiente a preparar adecuadamente su sistema.
Nota del editor
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