Cómo empoderar a las mujeres
Esta semana, Sadhguru comparte su opinión sobre la situación actual de las mujeres en la sociedad, al igual que su visión sobre el empoderamiento de las mujeres, tanto en lo individual como en la humanidad en su conjunto. Él dice: «Establecer un equilibrio equitativo entre lo masculino y lo femenino dentro de ti es la única manera de conocer, intelectual y vivencialmente, las dimensiones más profundas de la vida».
Todas las manifestaciones físicas solo pueden suceder entre polaridades: positivo-negativo, masculino-femenino, Shiva-Shakti, hombre-mujer. En el momento en que creamos una división entre las polaridades, surgen juicios sobre lo que se percibe como superior e inferior entre las dos. A partir de estos juicios, han ocurrido muchas capas de confusión, fealdad y explotación. El hombre y la mujer son tan solo manifestaciones de lo que está presente de manera intensa, ya sea masculino o femenino. El hecho de que estés sentada aquí como una mujer, no significa que tu padre no exista en ti; y lo mismo se aplica a los hombres y sus madres, por supuesto. Si reconoces esta verdad y nutres tanto lo masculino como lo femenino en ti de manera que estén en equilibrio, serás un ser humano equilibrado. Si solo nutres lo masculino, encontrará expresión la rudeza del machismo. Si solo nutres lo femenino, encontrará expresión un sentido excesivo de decoración y emoción.
En muchos sentidos, una mujer es como la flor de la especie humana. Sin la raíz, no hay planta; pero, sin la flor, no hay satisfacción en la vida. Necesitamos crear una sociedad donde los aspectos femeninos de la vida —la música, el arte, la estética— sean tan importantes como la economía, la ciencia y la tecnología. En esta época, las mujeres están tratando desesperadamente de ser como los hombres, porque ser como un hombre define el tu éxito. Si queremos que nuestras vidas sean hermosas, lo femenino debe encontrar el lugar que le corresponde en la sociedad. Debemos entender que lo útil y lo hermoso son igualmente esenciales. Si solo pensamos en términos de lo que es útil y lo que no, tenemos que deshacernos de todas las flores y cultivar solo vegetales. Si no hay estética y belleza en nuestra vida, la vida será inútil.
Tradicionalmente la cultura india solía considerar lo femenino tan importante como lo masculino, si no más. Solo debido a las invasiones repetidas, ha cambiado la situación en la sociedad a lo largo de los siglos. Lo primero sobre lo que los invasores pusieron sus manos fueron tu esposa y tu hija. Así que empezamos a confinarlas en la casa, por razones de seguridad. Lo que se hizo por seguridad se convirtió en una práctica estándar después de algún tiempo. Ahora que la India es una nación libre, es tiempo de que reconsideremos eso. Esto no quiere decir que debemos imitar a Occidente, ni en hacer a las mujeres tan masculinas como podamos, ni en volverlas como muñecas Barbie. Desafortunadamente, la frivolidad y la fantasía se consideran femeninas. No hay profundidad, ni belleza muy arraigada en esto.
Tener lo masculino y lo femenino en proporciones iguales en la sociedad es de primordial importancia. Una raíz o una planta que no puede puede florecer, naturalmente se deprime. Si lo femenino no encuentra expresión, llevará a la depresión. Una mente absolutamente masculina se vuelve oscura, mórbida y deprimida. Esto es lo que ves en el mundo hoy en día, particularmente en Occidente; pero está comenzando a pasar también en India: una alta prevalencia de depresión. Si lo femenino está activo en ti, encuentra una manera de hacer algo hermoso con las cosas pequeñas. Por el contrario, si has exterminado lo femenino en ti, todo parece perfecto en el exterior, pero no funcionará para ti.
La cultura de querer, constantemente, ser eficiente, competitivo y mejor que los demás hace a la sociedad cada vez más masculina. A medida que la sociedad se vuelve más y más masculina, habrá prosperidad económica, pero los seres humanos serán solo herramientas para el proceso económico, en lugar de que el proceso económico sea una herramienta para el bienestar humano. Hoy día, el motor de la economía funciona con base en el combustible de la humanidad, y nuestros sistemas educativos están estructurados para hacer de nuestros hijos piezas de engranaje que se supone deben encajar en la máquina. En ese sentido, desde que nacen hasta que se van a la tumba, las personas solo se esfuerzan por sobrevivir un poco mejor. Nuestras sociedades se están volviendo supermasculinas.
Es hora de cambiar esto. Como en todos lados, la economía se está convirtiendo en el factor principal en la vida de las personas; es muy importante que las mujeres del mundo participen en este proceso para crear una economía más amable. Hoy, nuestras actividades económicas están causando más daño que las guerras al planeta y a toda la vida. Es tiempo de suavizar este enfoque excesivamente masculino. En el liderazgo empresarial, en las salas de juntas del mundo, necesitamos mujeres que tengan algo femenino vivo en ellas, en lugar de tratar de actuar más masculinas que los hombres. Y necesitamos hombres que no se avergüencen de ser femeninos cuando sea necesario. Tiene que producirse este equilibrio en la sociedad. Solo en este equilibrio, hay empoderamiento. Pagaremos un precio muy caro por hacer lo masculino superior a lo femenino (o viceversa). Solo un sentido de equilibrio dentro de nosotros mismos traerá bienestar a nuestras vidas. Para que eso suceda, nuestra identidad tiene que elevarse más allá de nuestra estructura física. En el día a día, ¿dónde está la necesidad de mirar constantemente a las personas en términos de quién es hombre y quién es mujer? Identificarse con los órganos reproductivos es una forma muy básica de existir.
El proceso espiritual significa moverse, de manera vivencial, a una dimensión más allá de tu estructura física. Si tu experiencia de la vida trasciende tu naturaleza física, ¿qué importa si eres hombre o mujer? En ciertos aspectos de la vida, tal vez necesitemos ser un hombre o una mujer. Más allá de eso, no es necesario cargar esa identidad de género en cada momento de nuestras vidas. Debido a que ha habido cierta cantidad de explotación, estamos tratando de exagerar la identidad del género, lo cual no conducirá al bienestar de las mujeres. Necesitamos crear una sociedad en la que, mientras que hagas lo que se requiere, no debería importarnos si eres hombre o mujer. Si estás muy preocupado por quién es quién, inevitablemente juzgas a las personas como superiores o inferiores. Diferentes personas sacan diferentes conclusiones, lo que conduce a prejuicios y divisiones. Si no funcionamos como uno con toda la vida del planeta, al menos deberíamos funcionar como sola una especie. Admirar algo, menospreciar algo es la naturaleza de una inteligencia muy rudimentaria. La mayoría de los prejuicios y juicios que tienen las personas se les enseñan de tantas maneras diferentes. No hay necesidad de mirar nada con admiración, ni tampoco de mirar nada con desprecio.
Conoces la historia en la que Adiyogui, el Shiva, incluye a Párvati como parte de sí mismo y se vuelve mitad hombre, mitad mujer: Ardhanarishvara. Él es considerado el hombre máximo ya que la mitad de él es una mujer. Esto es para recordarte la naturaleza de tu existencia. Solo porque tienes cuerpo de hombre no significa que tiene que ser eliminado lo femenino en ti, y viceversa. Establecer un equilibrio equitativo entre lo masculino y lo femenino en ti es la única manera para que conozcas, intelectual y vivencialmente, las dimensiones más profundas de la vida. Este principio de las polaridades también se refleja en una de las formas básicas del yoga: el hata yoga. «Ha» significa sol, «Ta» significa luna. El hata yoga consiste en trabajar la geometría del cuerpo de tal manera que haya un equilibrio entre las dimensiones solar y lunar de tu existencia para que obtengas lo mejor de ellas. Una expresión sesgada, ya sea de lo masculino o lo femenino, tiene consecuencias feas.
Lo femenino estará verdaderamente empoderado solo si toda la humanidad está empoderada por el equilibrio. Si hay conflictos en la sociedad, naturalmente, el hombre dominará. Solo en una sociedad equilibrada y estable, podrán las mujeres explorar todo lo que son capaces de hacer. Muy pocas sociedades, hoy, pueden afirmar que sus mujeres encuentran expresión completa. Hemos llegado a un lugar donde la tecnología ha creado un espacio físico donde hombres y mujeres pueden participar en igualdad de condiciones. Ahora es el momento de crear también un espacio psicológico y espiritual donde hombres y mujeres puedan participar en igualdad de condiciones. Solo si lo masculino y lo femenino están igualmente en juego, florecerán los humanos en su interior y conocerán la cima de la vida.
Nota del editor
En este video, mira a Sadhguru y a Arianna Huffington discutir acerca de las implicaciones negativas que trae la manera en que la masculinidad define el éxito en las estructuras empresariales, educativas y políticas en la actualidad. Escucha a Sadhguru mientras comparte historias familiares y nos enseña que todos debemos equilibrar nuestro lado femenino y masculino para lograr un mundo mejor.