P: ¿Es la marihuana un camino a la iluminación? Después de todo, se supone que incluso Shiva fumaba.  

Sadhguru: Si me miras a los ojos de cerca, verás que siempre estoy drogado. Ha sucedido muchas veces, que personas que fumaban en el Himalaya y en otros lugares, me invitaban a unirme a ellos porque pensaban que yo debía ser un fumador. Nunca he tocado la sustancia. Y si puedes estar conmigo de determinada manera, puedo tenerte drogado porque la sustancia no está fuera, la sustancia está dentro. La pregunta es: ¿estás en autoarranque o en arranque por empuje? 

Sean cuales sean los químicos que introduzcamos en nuestro sistema, solo pueden estimular algún sentido de experiencia dentro de nosotros. Si sabes cómo estimularlo desde dentro, puedes sentarte aquí con gran placer; no necesitas tomar nada de fuera.

«Soma», o «Somasundara», es uno de los nombres destacados de Shiva: siempre ebrio, pero plenamente alerta. No estaba drogado con algo tan insignificante como una hierba. Sus energías estaban al máximo.

De los muchos nombres con los que se referencia a Shiva, Soma es uno de los importantes. «Soma» significa literalmente ‘intoxicación’. Shiva no era un lisiado que necesitara químicos de fuera. Estaba drogado, de eso no hay duda. Pero no usando una sustancia; él es la sustancia.

Si no estás embriagado, nunca estarás lo suficientemente loco como para saltar al vacío absoluto, que es la única liberación. Solo en estado de embriaguez, el cuerpo y la mente dejan de ser una limitación. Entonces, «Soma», o «Somasundara», es uno de los nombres destacados de Shiva: siempre ebrio, pero plenamente alerta. No estaba drogado con algo tan insignificante como una hierba. Sus energías estaban al máximo. Eso significa que él es tanto como la vida puede ser: la vida potenciada al máximo. Está en el pico de la intoxicación, la intensidad y la capacidad.

Esto sucedió una vez: Adi Shankara estaba caminando. Debió de ser un caminante rápido porque a los treinta y dos años abandonó su cuerpo. Pero, desde los doce años hasta los treinta y dos, en esos veinte años, cruzó la India varias veces, de norte a sur, de este a oeste, desde Kerala hasta Badrinath y de vuelta, viajando por todas partes y en todas direcciones. El hombre debió de ser un caminante realmente rápido para hacer tantas caminatas en su corto lapso de vida, y en medio produjo miles de páginas de literatura.

Entonces, una vez, mientras caminaba rápidamente con un grupo de sus discípulos trotando detrás de él, llegó a una aldea. Fuera del pueblo, vio unas cuantas personas bebiendo, seguramente el licor casero del país, que es el arrack o toddy. En aquella época en la India, e incluso hasta hace unos veinticinco o treinta años, las tiendas de bebidas alcohólicas solo estaban fuera del pueblo. Nunca se traían al pueblo. Hoy en día, el alcohol se vende en el pueblo, junto a tu casa y frente a la escuela de tus hijos. En aquellos días, siempre estaba fuera de la ciudad.

Adi Shankara miró a estas pocas personas en su estado de embriaguez. Ya sabes, los borrachos siempre piensan que están pasando el mejor momento de sus vidas y que todos los demás se lo están perdiendo. Así que le hicieron algunos comentarios. Sin decir palabra, Adi Shankara entró en la tienda, tomó una jarra, la bebió y siguió caminando.

Detrás de él iban sus discípulos trotando y empezaron a discutir entre ellos: «Si nuestro gurú puede beber, ¿por qué nosotros no?». Adi Shankara era consciente de lo que sucedía. Cuando llegó a la siguiente aldea, había un herrero trabajando allí. Adi Shankara entró, tomó la olla de hierro fundido, la bebió y siguió caminando. ¡Ahora ya no iban a imitarlo! Así que, aunque creas que Shiva fumaba, no intentes imitarlo.

Para mí, lo más importante es vivir con esta claridad como de cristal. Ponerte brumoso con marihuana no es vida. Cuando estás enfermo y moribundo, la vida puede ser brumosa. Cuando estás vivo, la claridad es lo más importante. Y la claridad puede ser intoxicante. Habrás visto a toda esa gente que salta de las montañas, salta de los aviones y hace cosas increíblemente arriesgadas. Hacen todo esto porque, en estar superalerta, hay otro tipo de intoxicación y vitalidad.

Están bombeando su adrenalina al hacer tantas cosas físicas con el exterior. Pero si te sientas aquí completamente vivo, alerta e intoxicado sin estímulos externos, entonces diría que un elemento de Shiva llegó a ti. Si simplemente puedes sentarte aquí tan superalerta que estás drogado, esa es la manera de drogarse, no fumando hierbas. Deja las hierbas para las vacas. Los seres humanos pueden hacer cosas mejores.

Con cualquier tipo de intoxicante —alcohol, drogas y lo que sea—, de alguna manera, estás disminuyendo tu capacidad humana. Si esas cosas también potenciaran tu capacidad como ser humano, aconsejaría a todo el mundo estar borracho todo el tiempo. Pero el problema es que te disminuye como ser humano. Hay investigaciones disponibles que muestran que, si fumas por más de sesenta a noventa días seguidos, el coeficiente intelectual cae en ocho puntos. Y esta caída en el funcionamiento mental nunca se restaurará por completo.

No tienes que basarte en ninguna investigación. Si simplemente observas a los que generalmente fuman, cuando los ves drogados parecen pacíficos. Pero si no les das su sustancia durante dos días, verás cuán malhumorados se ponen. Puedes ser pacífico con la mente brumosa, pero esa paz no tiene valor. Si usas cualquier tipo de sustancia externa, algo en ti se reducirá. Pero si te intoxicas desde dentro, algo en ti se potenciará por sí mismo. Esa es la gran diferencia.

Hoy en día, la marihuana es legal en muchos estados de los Estados Unidos con muchas grandes corporaciones que traen una variedad de productos de marihuana al mercado. En 2018, la marihuana era una industria de 10.400 millones de dólares en Estados Unidos.

Millones de años de evolución trajeron al ser humano al nivel actual de funcionamiento cerebral. Pero no sabes cómo manejar esta capacidad y quieres fumar hasta quedar brumoso. Es un paso hacia atrás, tenlo por seguro. No hay nada espiritual en ello.

Otra droga que solía promocionarse como espiritual es la ayahuasca, procedente de Sudamérica. Lo que sucede es que ¡la tomas y lo vomitas todo! Si piensas que esto es espiritual... ¡te deseo lo mejor! Cuando éramos pequeños, había una marca de laxante, un aceite para soltar el estómago, llamado Kunti Kumari Bedhi Ennai. Es aceite de castor mezclado con algo llamado «japalam». Si alguien se comportaba raro y enloquecía todo el tiempo, decían: «Tienes que darle Kunti Kumari Bedhi Ennai», porque se le subió la mierda a la cabeza. Necesita purgarse por completo, lo cual es la idea, en realidad. Alguna tontería se te metió en la cabeza y tratas de bajarla con humo… no, ¡necesitas Kunti Kumari Bedhi Ennai!

Nota del editor 

¿Sabes si Sadhguru alguna vez fumó hierba?  Mira este video en el cual Sadhguru responde a las inquisitivas preguntas del YouTuber Logan Paul sobre drogas y experiencias psicodélicas, y a si él probó, alguna vez, alguna de estas sustancias.