Sadhguru y el aclamado mercadólogo Piyush Pandey hablaron de espiritualidad y consumismo en una edición de la serie «En conversación con el místico» a principios de este año. En este extracto, ellos hablan de la cultura actual del consumismo y de los peligros potenciales que puede representar para el futuro de nuestros hijos.

Piyush: Hoy en día, todos quieren que su hijo sea mejor que los demás. Las sociedades alrededor del mundo se están moviendo en esa dirección. ¿Qué sugerencias le darías a la gente para que traten de darles un sentido de equilibrio a los niños?

Sadhguru: Los padres en la India están empujando a sus hijos hacia una cierta calificación educativa porque la supervivencia sigue siendo un fuerte factor de motivación. Excepto para una pequeña parte de la sociedad que ha ido más allá de eso, en la mayoría de las familias indias es: «De alguna manera, entra en ingeniería; entra en medicina; entra en administración; entra en informática» porque el modo de supervivencia aún es fuerte. Cuando la supervivencia está en duda, todo se hace por compulsión. Los dictados de la supervivencia determinarán en gran medida lo que puedes hacer y lo que no puedes hacer. Pero una vez que hayas ido más allá de los dictados de la supervivencia, deberías elegir conscientemente. Crear otro nivel de compulsión es absoluta locura. Cuando has ido más allá de la supervivencia, este no es el momento de imitar a otras personas. No es el momento de tomar las mismas decisiones de las masas. Este es el momento para que las personas individuales florezcan, porque la esencia de la vida humana es que los individuos puedan crecer a su máximo potencial. Si esto no ocurre, has degradado a la humanidad. Has privado a esos seres humanos individuales de la posibilidad de lo que podrían ser.

Nuestros sistemas educativos aún se encuentran en ese modo. Fueron creados para que te conviertas en un engranaje de la maquinaria más grande de la industria, los negocios o lo que sea. Reducir a un ser humano a un engranaje que sirve a una cierta máquina es, una vez más, solo significativo mientras la supervivencia esté en duda. Una vez que eso se resuelve en una sociedad, la creación de engranajes ya no debería existir. Pero desafortunadamente, tratamos de encajarlas en una máquina diferente.

En primer lugar, debes entender que los niños no te pertenecen. No vienen de ti, solo vienen a través de ti. Siempre debes estar agradecido y ver como un privilegio que otra vida pase a través de ti y se haga realidad. Este no es el momento de ejercer tu derecho de propiedad. Tus hijos no son tu propiedad. Un ser humano no puede ser de tu propiedad. No te corresponde a ti cumplir tus sueños insatisfechos a través de tus hijos. No te corresponde a ti conducirlos o utilizarlos de ninguna manera en particular. En el momento en que llega un niño, muchísimos padres piensan que es hora de enseñar. Quiero hacerte una pregunta simple. Si tu hijo es menor de 10 años, ¿quién es más alegre, tú o el niño? El niño, ¿no es así? Entonces, ¿quién debería ser un consultor de la vida, el miserable o el alegre?

Si pudieras mantener a tus hijos tal como nacieron; una inteligencia activa, sin conclusiones; estarías haciendo lo mejor para ellos.

En el proceso del supuesto madurar, la gente se ha vuelto tan rígida. Sonríen una vez cada cinco días; solo se ríen cuando están borrachos. Apenas se oye una risa simple y gozosa en alguna parte. Cuando viene un niño, sin saber por qué, te ríes, te metes debajo del sofá, aprendes a lanzar una pelota correctamente. Haces todo tipo de cosas; cosas que nunca hubieras hecho por ti mismo; simplemente porque este bulto de gozo ha llegado a tu familia, lo cual es un privilegio. No te corresponde a ti darles forma y torcerlos y hacerlos como tú o no hacerlos como tú. Tu tarea es solo protegerlos de otras influencias. Es lo mejor que puedes hacer.

La gente me pregunta: «Sadhguru, ¿cómo es que puedes hacer una gama tan amplia de cosas?». La cosa es que permanecí sin educación, lo cual no es una tarea fácil. Desde el momento en que naces, tus padres, tus maestros, casi cualquier persona en el mundo está tratando de enseñarte un montón de cosas que nunca funcionaron en sus vidas. Incluso te dicen dónde vive Dios, los nombres de sus hijos, su cumpleaños. Creen que lo saben todo, pero no saben nada de sí mismos. Si pudieras mantener a tus hijos tal como nacieron; una inteligencia activa, sin conclusiones; estarías haciendo lo mejor para ellos. Pero no estarás de acuerdo porque te gustaría influir en ellos con tu publicidad.

Piyush: ¿Dónde estableces la línea divisoria entre supervivencia y consumismo? Por ejemplo, en nuestro país tenemos una clase media rural emergente. Creo que era supervivencia cuando un hombre vivía en una cueva. Luego quiso un poco más de aire, así que hizo una ventana, luego, poco a poco, hizo un jardín, luego dormitorios y baños. Ahora están mirando coches. ¿Lo llamas consumismo o mejora del estilo de vida? ¿Dónde termina todo esto?

Sadhguru: En este momento, nuestros estándares se han vuelto tales que todo el mundo quiere hacer lo que hace Estados Unidos. Si todos los estadounidenses ponen dióxido de carbono en el agua y lo beben, todos en el mundo lo beben también y dicen: «Esto es lo real», a pesar de que incluso un niño en preescolar sabe que a este cuerpo le va bien con el oxígeno, no con el dióxido de carbono. Si todos los estadounidenses usan solo pantalones azules, todo el mundo usa también pantalones azules. De forma consciente o inconsciente, hemos promovido a Estados Unidos a una posición de liderazgo y estamos imitando lo que sea que estén haciendo. Tenemos que entender, Estados Unidos evolucionó como una nación en un tipo de geografía completamente diferente, en un tipo de atmósfera diferente.

Las primeras personas que fueron a América, los llamados Padres Fundadores, no eran la élite del Reino Unido. No eran los mas educados. Las personas que eran maltratadas, segregadas de la sociedad, que no podían tener una buena vida allí, arriesgaron sus vidas para cruzar el océano. Hace doscientos años, cruzar el Atlántico era casi como abandonar el mundo. La gente se arriesgó porque sus vidas allí eran malas y sin posibilidad. Cuando llegaron por primera vez a Norteamérica, vieron una tierra exuberante e ilimitada. Del agua a la tierra, derrocharon en todo. La agricultura, la construcción y todo lo demás era de gran tamaño porque estaban saliendo de su pobreza anterior.

Si hubiera un poco más de espacio, este consumismo se reduciría, pero ese espacio solo es posible si trabajas con las cifras de población.

Esto sucede en todas las sociedades, pero desafortunadamente, esa cultura siguió creciendo de la misma manera, y el mundo entero se está adaptando a ello. No estoy cuestionando la moralidad de ello; solo estoy cuestionando su practicidad. No digo que esté bien o mal. Todo el mundo puede vivir como quiera, si solo tuviéramos recursos suficientes. A principios del siglo XX, éramos solo 1600 millones de personas. Hoy en día, somos 7200 millones de personas. Las Naciones Unidas predicen que para el año 2050 seremos 9600 millones de personas. Si realmente queremos derrochar y hacer lo que queramos, al menos debemos reducir nuestra población. Si tú, como generación, no produces hijos, puedes consumir. Pero si quieres que la población mundial crezca y que miles de millones de personas consuman, no es nada menos que un suicidio.

Si en lugar de atenerse a las predicciones de que para 2050 estaremos cerca de los 10 000 millones de personas, aspiramos conscientemente a ser 3500 millones de personas para 2050 ─no matando a nadie, sino reduciendo el proceso de reproducción─ no tienes que preocuparte tanto por lo que cada persona esté haciendo. Otra cosa es que, si hay más espacio en el mundo, habrá menos necesidad de imitar a alguien. Ahora mismo, ya que la mayoría de la gente vive en lugares repletos, lo que otra persona hace nos afecta de inmediato; inmediatamente comparamos y actualizamos nuestras cosas también. Si un niño tiene una cierta cosa, todos los demás niños también quieren tenerla. Si hubiera un poco más de espacio, este consumismo se reduciría, pero ese espacio solo es posible si trabajas con las cifras de población.

Si tratamos de trabajar en las aspiraciones humanas, nunca tendremos éxito. No puedes controlar las aspiraciones humanas, pero sí puedes controlar las poblaciones humanas. En este momento, están consumiendo, pero no están consumiendo suficientes anticonceptivos.

Nota del editor

¿Acaso todas las mujeres necesitan tener hijos? En este video Sadhguru dice que al sobrepoblar el mundo estamos asegurándonos que la siguiente generación no pueda vivir bien.