Cómo la divinidad femenina podría cambiar nuestras vidas

Sadhguru: «Femenino» no significa 'mujer'. Lo femenino y lo masculino son ciertas cualidades. Solo cuando estas dos cualidades suceden en equilibrio en el interior, un ser humano puede vivir una vida de plenitud. Durante mucho tiempo, debido a que la supervivencia había sido el factor dominante, la humanidad le dio demasiada importancia a lo masculino. La economía se ha vuelto la fuerza motriz. Ahora, lo masculino domina de forma natural y se ignoran los aspectos más sutiles y finos de la vida: la estética, la danza, la música, el amor, la divinidad o la meditación. En un mundo así, subyugar lo femeninoes es inevitable.

Hemos hecho creer a todo el mundo que la conquista es el único camino hacia el éxito. Esta actitud de conquistar y explotar todo es un enfoque muy masculino. Conquistar no es el camino; incluir es el camino. Por ejemplo, ahora mismo, la mitad de la población humana sigue sin poder alimentarse correctamente, aunque hay suficiente comida en el planeta. Si lo femenino fuera dominante, la gente definitivamente podría comer y la compasión sería dominante.

Tratar de conquistar el planeta también ha provocado todos los desastres ecológicos que vemos hoy en día. Si lo femenino fuera el factor más dominante, o si lo masculino y lo femenino estuvieran equilibrados, esto no habría ocurrido. Las culturas que consideraban a la Tierra como una madre nunca causaron grandes daños al ambiente que las rodeaba; el culto a las diosas y a la Tierra siempre fueron de la mano.

En una época, el culto a lo femenino estaba extendido por todo el planeta. Pero, cuando la conquista se volvió el medio, la gente borró con fuego a lo femenino del planeta.

La destrucción de lugares de culto a las diosas en todo el mundo

El culto a la divinidad femenina es la forma de culto más antigua del planeta. India, Europa, Arabia y gran parte de África y América practicaban el culto a las diosas. Había una tradición mundial de establecer energía femenina y utilizarla de una manera determinada. Pero un genocidio exitoso de todas las diosas ha ocurrido en Europa, Oriente Medio y muchas otras regiones.

Cuando estuve en Turquía, fuimos a la Cisterna Basílica en Estambul. Se trata de un lugar donde antiguamente se recogía agua de lluvia en grandes cantidades para saciar la sed de toda la ciudad. El tanque se extiende por una hectárea y tiene agua estancada. Es una fabulosa obra de ingeniería, con arcos y columnas de piedra hermosos. Está oscuro y húmedo, y el aire mohoso dificulta un poco la respiración. Cuando entré, había una cara gigante de Medusa. Puedes imaginarte lo grande que habría sido la estatua completa. Medusa era la deidad de un templo. Tras el auge del cristianismo oriental, le cortaron la cabeza y la colocaron boca abajo como piedra de base bajo una columna de la Cisterna. La mentalidad y la intención que hay detrás son muy feas. Ella me estaba mirando boca abajo en el agua, y, ese día, todo mi costado izquierdo quedó como envenenado solo de mirarla a la cara.

Hubo un tiempo en que había tres diosas principales en Arabia y Medio Oriente. Con la llegada del islam, todos estos templos para las diosas fueron destruidos. Lo mismo sucedió con los lugares de culto a diosas en Europa con la difusión del cristianismo.

Las tres principales diosas árabes que fueron adoradas en la época preislámica: Al-Lat, Manat y Al-Uzza.

Afortunadamente, la India es un lugar donde el culto a lo femenino sigue vivo. No hay un solo pueblo en el sur de la India donde no tengan su propia diosa. En las llanuras del norte también era así, pero, debido a la expansión de los imperios islámicos, quedan muy pocos templos femeninos. Excepto por algunos pequeños que sobrevoivioeron aquí y allá, todos los principales fueron arrasados. La idolatría era bastante mala a sus ojos; el culto a lo femenino se consideraba aun peor. Y las diosas indias no llevan camisa, iban con el torso desnudo. Así que rompieron y mutilaron a los ídolos. En el sur de la India, el culto a lo femenino sobrevivió porque los invasores no penetraron lo suficientemente profundo, y los que lograron hacerlo fueron rechazados con bastante éxito. Además, los templos del sur de la India se construían de forma monumental: están hechos de piedra maciza, por lo que no se podían quemar ni demoler fácilmente.

La verdadera razón detrás de la caza de brujas

Lo femenino no ha caído, ha sido sistemáticamente desarraigado de este planeta. Lo que hoy en día se conoce como pagano era, en gran medida, culto a las diosas. Dondequiera que dominaron las religiones monoteístas, borraron por completo el culto a la divinidad femenina. Lo primero que hicieron las religiones organizadas fue quemar todas las escrituras y literatura que existía en este contexto, e identificaron a las personas que conocían ciertas prácticas y las mataron. Calificaron de adoradores del diablo a las personas que practicaban ciertas prácticas ocultas que otros no podían captar o comprender.

En Europa, en cuestión de unos pocos cientos de años, muchas miles de mujeres fueron quemadas vivas por ser brujas. La razón por la que estas mujeres fueron etiquetadas como brujas es porque, por su propio tipo de sadhana, se volvían intuitivas y adquirían ciertas capacidades. Semejante mujer podría decirte qué hacer con tu vida, prever el futuro o curar a tus hijos. Desarrollaba algunos poderes y la gente se reunía a su alrededor. La palabra «bruja» originalmente se refería a una mujer sabia. Si hubiera suficientes sabios en el mundo, las iglesias estarían vacías. Mientras estas mujeres estuvieran allí y sirvieran a la humanidad a su manera, no podría establecerse todo el poder en una sola autoridad religiosa.

Por qué la religión organizada es inherentemente masculina

Nunca se podrá organizar la religión si las mujeres tienen un papel que desempeñar. Cada mujer tendría su propio pequeño templo. Mi bisabuela construyó su propio pequeño templo, donde realizaba su propio tipo de adoración. Cuando estaba sentada en su templo, podía hablarte acerca de cualquier cosa en el mundo. He visto a muchas mujeres así, que simplemente se sentaban solas en un pequeño templo, la mayoría de ellas ancianas, algunas jóvenes, y algunas se sentaban desnudas. Cuando éramos niños, solía haber muchas, pero han disminuido drásticamente en solo treinta años.

La religión organizada es dominante cuando lo masculino es dominante. El proceso espiritual será dominante solo cuando lo femenino sea dominante. Si suprimimos o destruimos lo femenino, la posibilidad de que la población persiga la espiritualidad es muy remota. Quien haya sido el que quiso promover y construir una religión como superpotencia entendió claramente que, mientras existiera el culto a las diosas, no podría organizar todo en una sola religión que todos apoyarían. La existencia de lo femenino como forma divina no permite organización. Para organizar, tienes que pensar desde lo masculino. Lo femenino es espontaneidad y exuberancia.

Por qué necesitamos brujas en el mundo

Las supuestas brujas que fueron quemadas eran simplemente mujeres que exhibían ciertas cualidades que no encajaban en la lógica del que fuera el proceso religioso que ocurría allí. Necesitamos brujas en el mundo. Necesitamos seres humanos, tanto mujeres como hombres, que sean capaces de percibir, comprender y experimentar la vida más allá de las horribles limitaciones de la lógica. La lógica es buena para sobrevivir y manejar los aspectos materiales de la vida. Pero, si manejas la vida en sí con lógica, estarás cada vez menos vivo.

Para que la vida suceda de manera exuberante, lo femenino tiene que vivir en el corazón y la mente de todos. Si se pierde lo femenino, el fuego de la vida se perderá para siempre. Todo lo que es hermoso, gentil, no competitivo y enriquecedor en el mundo desaparecerá. Esta sería una pérdida terrible que no es fácil de recuperar.

Hay herramientas para crear una energía femenina tan poderosa que no importa quién seas, qué tipo de tontería masculina seas, será tan abrumadora que naturalmente te inclinarás ante ella. Necesitamos crear estos lugares ardientes en el mundo. Si se ejerce una presión energética sustancial sobre la gente, entonces la sociedad tendrá que ceder en algún momento de manera natural. Debemos manifestar espacios poderosos de energía femenina.