Sadhguru: Una emoción siempre tiene que ver con algo o alguien. No existe emoción sin un objeto. Tu objeto puede ser tu esposo, esposa, hijo, hija, casa, negocio o tus padres. Esto conducirá a ataduras. Si amas a una persona, te enredarás. Incluso si tú lo superas, es posible que la otra persona no lo supere. Lo mas maravilloso sería que ambas personas crecieran juntas, pero eso rara vez sucede. Entonces, el siguiente paso que la gente da es amar a lo que llamamos «Dios». 

Cuando amas a Dios, una ventaja es que él no puede causar ningún problema. Puedes dejarlo cuando quieras. Trasladar el amor a Dios rompe muchas ataduras, porque la otra parte siempre está dispuesta a soltarte. La desventaja es que no hay demandas por parte de Dios —puedes acomodarlo según tu propia conveniencia, pero eso no nutrirá al amor—.

Un Gurú es alguien con quien te involucras profundamente, pero que está dispuesto a soltarte cuando sea necesario.

Entonces, el gran punto a favor de Dios es que está dispuesto a soltarte, pero la desventaja es que no tiene exigencias. En este contexto, una relación Guru-shishya es significativa. Un Gurú es alguien con quien te involucras profundamente, pero que está dispuesto a soltarte cuando es necesario. Pero, a diferencia de Dios, un Gurú es también exigente.

Hacer de la mente un reflejo de la divinidad

Hay una razón por la que trasladamos nuestro amor hacia Dios o hacia algo que consideramos importante. La mente es fluida. Yo puedo pensar en lo que yo quiera. Puedo hacer que mi mente sea como un tigre o como un yogui. Puedo hacerla pacífica o agresiva. La mente puede convertirse en cualquier cosa que piense. Es fluida y podrá caber en una vasija de cualquier forma. Los valores más altos que tenemos en nuestras vidas están consagrados en lo que llamamos «Dios». Cuando empiezas a pensar en Dios y a amarlo, entonces, tu mente se vuelve gradualmente como eso.

Si tu mente se vuelve divina, no es la divinidad, solo un reflejo de la divinidad. Pero un reflejo es bueno. Si puedes ver a Dios en un espejo, es tan bueno como verlo a él. Los rayos del sol pueden llegar directamente a ti, o pueden llegar a ti a través de la luna como un reflejo. Tal vez, este no sea tan bueno como el sol, pero es hermoso a su manera. Tal vez, no da vida como lo hace el sol; tal vez, no transforma la situación en la tierra como lo hace el sol, pero es encantador. Si la mente se vuelve divina, aunque no podamos llamar a eso divinidad, muchas cosas comenzarán a cambiar. A menos que tu mente se vuelva así, no hay posibilidad de que tu química se vuelva así.

Si tu mente se vuelve divina, no es la divinidad, solo un reflejo de la divinidad. Pero un reflejo es bueno. Si puedes ver a Dios en un espejo, es tan bueno como verlo a él.

Puedes cambiar la química fundamental de tu sistema con el tipo adecuado de sadhana. Pero cuando tu sadhana está aquí y tu mente está en otra parte, sufrirás, porque no estás ni aquí ni allá. Los buscadores espirituales sufren mucho por eso. Si tus pensamientos y actitudes te empujan en una dirección, pero tu química te empuja en otra dirección, esto te traerá mucho sufrimiento. Solo cuando la mente y la sadhana van en una sola dirección, será una experiencia hermosa; de lo contrario, se convierte en un esfuerzo.

Si todo nuestro enfoque va en esa dirección, uno puede alcanzar fácilmente la divinidad. Si la mente no se vuelve divina, alcanzar la divinidad está muy lejos, a no ser que algo te golpee como un rayo, lo cual es raro; eso no sucederá a menos que haya un karma pasado y una sadhana pasada.

Convertirse en amor

Ya sea que ames a tu cónyuge o a tu Dios, sigue siendo una emoción. Cuando la emoción trasciende el objeto, entonces, ya no hay emoción: simplemente, hay amor. Normalmente, el amor significa un deseo para que dos seres se unan. Ese es un paso hacia el amor. Si tienes el deseo de hacer algo, el deseo por sí solo no significa que hayas completado lo que querías hacer. Del mismo modo, quieres convertirte en amor, pero no ha sucedido.

Cuando aún está por suceder, es un deseo y hay una atracción. Son un anhelo y un dolor, porque lo que quieres llegar a ser aún no ha sucedido. Solo cuando los dos seres se vuelven uno, puedes llamarlo amor. Si realmente has comenzado a experimentar todo como parte de ti, ahora te has convertido en amor: ya no es mas una emoción, sino una forma de ser.

Solo cuando los dos seres se vuelven uno, puedes llamarlo amor.

La emoción te alía con algo más. La emoción es un vehículo para que llegues a alguna parte. No tiene un propósito propio. Si dos seres se unen y se convierten en uno, entonces, esta emoción es útil. Si atraviesas por las emociones toda tu vida y nunca te conviertes en uno, entonces, no sirve de nada. Esto drena tu vida de tantas maneras. Solo permanece como un anhelo. Digamos que quiero ir a Coimbatore, así que me subo a un autobús. Si continúa andando, pero nunca llega a Coimbatore, entonces realmente no tiene sentido subirse a este autobús. No tiene sentido y es frustrante.

Cuando la emoción es el camino, hay esperanza y expectativa de alcanzar la plenitud, pero el dolor y el miedo a que no se produzca pasan factura. Si el amor es una emoción, quieres convertirte en eso, pero aún no te has convertido en eso. Si te conviertes en eso, entonces, tú eres amor, pero ya no una emoción.

Nota del editor

Explora más acerca del amor en este video en que Sadhguru responde una pregunta acerca de lo que realmente significa estar enamorado.