Hace algunos años, en un satsang, mencionaste que el punto más alto del sufrimiento humano es la enfermedad mental. ¿Qué hace que una persona tenga repentinamente una enfermedad mental? Y, ¿hay alguna posibilidad o esperanza de que se recuperen de su enfermedad y dejen de tomar medicamentos?

Si lo has presenciado, sabes que no hay mayor sufrimiento que el de una enfermedad mental, porque la mente humana tiene capacidades enormes. Si estas capacidades funcionan a tu favor, la vida se vuelve fantástica. Si trabajan en tu contra, no hay escapatoria, porque los estímulos para el sufrimiento ni siquiera vienen de afuera. Si los estímulos para tu sufrimiento vinieran de tu vecino, de tu suegra o de tu jefe, podrías huir. Nadie puede causarte sufrimiento mental. Ellos hacen cosas y tú reaccionas de cierta manera. Pero, si llegas a un punto donde, sin que nadie haga nada, el sufrimiento simplemente sucede, es una condición psicológica.

¿Cómo salimos de eso? Depende del nivel de daño. Hay quienes pueden salir de ello, pero, en algunos casos patológicos, puede que se haya manifestado de forma física en el cerebro. Tales condiciones tienen que ser apoyadas químicamente desde el exterior. La sedación es, en gran parte, lo que la gente está haciendo, pero no puedes sedar solamente un aspecto de tu mente o cerebro, todo el sistema se ve afectado.

La línea entre la cordura y la locura es muy delgada. Muchos de ustedes disfrutan cruzarla.  Supón que estallas de furia con alguien y se asusta y hace lo que tú quieres. Dirás: «¿Sabes qué? Me enojé mucho con él e inmediatamente se asustó e hizo lo que yo quería». Te enloqueciste y volviste, así que pareces disfrutarlo. Supongamos que te enloqueciste y no volviste, entonces es un asunto diferente.

Sigues cruzando la línea con ira, odio, celos, alcohol o drogas. Cruzas la línea de la cordura, disfrutas del poco de locura por la que pasas y regresas. Quiero que sepas que muchas de las personas que perdieron la cordura eran personas perfectamente «normales», como tú. Simplemente, un día, la cordura se fue. Algo se fundió y de repente están en las calles.

Sigues cruzando la línea con ira, odio, celos, alcohol o drogas. Cruzas la línea de la cordura, disfrutas del poco de locura por la que pasas y regresas.

Es parecido a la forma en que el cuerpo físico puede enfermar. Podrías estar bien hoy, pero mañana por la mañana tu médico encuentra algo. Estas cosas le suceden a la gente todos los días. A la mente le pueden suceder cosas similares. Al menos, si le sucede a tu cuerpo, obtendrás simpatía de todos los que te rodean. Cuando le sucede a tu mente, no obtienes simpatía; nadie quiere estar cerca de ti porque es muy difícil. No sabes cuándo es actuación o cuándo es real; no puedes juzgarlo. Cuando actúan, quieres ser duro con ellos; cuando es real, tienes que ser compasivo con ellos. Es como caminar por la cuerda floja; no es facil. Es doloroso para esa persona y aún más doloroso para la gente que la rodea.

Necesitamos construir estructuras en la sociedad donde el margen para la enfermedad mental sea muy bajo. Por qué vuelvo a añorar la cultura que existía en esta tierra es porque, hace unos 200 o 300 años, apenas había enfermos mentales en este país simplemente por ciertas estructuras en la sociedad. Lentamente, sin consciencia, las estamos echando abajo. Hoy en día, incluso en los pueblos, hay personas psicológicamente rotas, lo cual no sucedía en el pasado. Si sucedía, era un porcentaje extremadamente insignificante de personas. El porcentaje va en aumento. Puedes ver claramente que en las sociedades llamadas «prósperas», el porcentaje se vuelve bastante alto. Esto es porque un ser humano es un animal social, a menos que trascienda ciertas cosas. O bien deberíamos trabajar por la trascendencia, o deberíamos crear una sociedad que sea solidaria y no exigente. En este momento, las estructuras sociales que hemos creado son terriblemente exigentes.

Esto le sucede a la India urbana, pero sucede aún más en Occidente. Si quieres vivir en Estados Unidos, aún si ayunas durante los próximos 30 días, tus facturas seguirán llegando a los 3000 dólares. La sociedad está estructurada de tal manera que es muy exigente con la persona individual, alguien no puede tomar un descanso y simplemente sentarse.  Puede que no todo el mundo sea capaz de estar continuamente activo. Mucha gente necesita retirarse de ciertas cosas. Si hay suficiente sadhana en su vida, entonces puedes empujarlos las 24 horas, los 365 días, porque la vida es breve y no queremos quedarnos sentados. Pero, si no hay sadhana, es muy importante que la gente tenga espacio y tiempo.

Hemos creado sociedades que son un desafío constante para vivir, siempre en un modo de competencia. Hay algo llamado respuesta de «lucha y huida» dentro del ser humano. Irresponsablemente, la gente está usando las palabras: «Me gusta la adrenalina». No entiendes lo que es la adrenalina. La adrenalina es un dispositivo de emergencia en el sistema. Si un tigre viene hacia ti, se bombea adrenalina para que puedas escapar. Pero, si simplemente bombeas adrenalina y caminas por la ciudad de Nueva York, estallarás. No se supone que estés en ese estado todo el tiempo. Si no mueres, te quebrarás.

Nuestros sistemas educativos son terriblemente exigentes. No todo el mundo está preparado para ello. Para alguien, puede ser un juego de niños. Para otros, puede que lean un enunciado 25 veces y no entenderlo, pero podrían ser capaces de hacer otra cosa. «No, no les permitimos hacer otra cosa. Deben hacer esto primero».  Hay muchas estructuras terriblemente crueles; estas no son estructuras para el bienestar del ser humano. Tratamos de fabricar engranajes para una máquina más grande que hemos construido. Queremos que la máquina viva, no nos importa lo que le suceda al ser humano individual. Necesitamos producir piezas para esa gran máquina que hemos construido que es falsa; puede colapsar en cualquier momento.  Si no estás hecho del material para hacer una pieza adecuada para esa gran máquina, te quebrarás de muchas maneras.

Algunos vinieron con situaciones patológicas dentro de sí mismos que pueden ocurrir naturalmente, pero ese es un pequeño porcentaje. Nosotros somos los responsables de destruir al resto de ellos.

Un ser humano necesita un cierto nivel de espacio psicológico, emocional y físico, y una cierta atmósfera para cultivarse. Esas atmósferas faltan desde el primer día, incluso un bebé ya no las tiene. Hubo un tiempo en que la madre sostenía al bebé en su pecho y no se preocupaba por el tiempo. Ahora mira su reloj: «¿Por qué no bebes rápido? ¡Me tengo que ir!». Una semana después de su parto, está de vuelta en la oficina. No digo que las mujeres no deban trabajar. Estoy diciendo que los seres humanos deben vivir bien. Si el ser humano tiene que vivir bien, hay ciertas realidades internas. Un niño debería crecer sin preocuparse por lo que le sucederá. Pero, desde el primer día de clases, tiene miedo de sacar dos puntos menos que el hijo del vecino. Todo esto es basura. Esto destruirá a los seres humanos y creemos que esto es rendimiento, bienestar y eficiencia: no. Si destruyes al ser humano, ¿cuál es el propósito de la basura que has creado?

Algunos vinieron con situaciones patológicas dentro de sí mismos que pueden ocurrir naturalmente, pero ese es un pequeño porcentaje. Nosotros somos los responsables de destruir al resto de ellos.  Pero ¿cuál es la salida para la persona que ya está allí? Si han cruzado cierta línea, la medicina es imprescindible. Durante cierto tiempo, si trabajamos con alguna sadhana en paralelo, podría funcionar mejor; la dependencia de la medicina química se podría reducir.

Sobre todo, todos los individuos no son iguales en cuerpo y, mucho menos, en mente. No hay una forma en particular; es difícil. Si quieres crear una atmósfera saludable para cuidar a esas personas, se necesitará una gran cantidad de infraestructura, tanto material como humana.  Desafortunadamente, no creo que nadie esté dispuesto a invertir esa cantidad de material y gente para eso.

Se requerirá de mucha habilidad, cuidado y un cierto nivel de involucramiento para sacarlos de eso. Incluso entonces, es posible que no los saques por completo. Dentro de sus limitaciones, podrías hacer que se sientan cómodos para que no sufran. Pero se necesita mucha atención dedicada a eso y un cierto nivel de experiencia y empatía.

Amor y gracia,