Pregunta: Sadhguru, namaskaram. En la India, cuando quemamos un cadáver, siempre ponemos las cenizas en el Ganges o en un río cercano. ¿Tiene esto algún significado?

Sadhguru: Cuando muere alguien muy querido para ti, aunque sepas que murió, en algún lugar, tu mente empezará a jugarte malas pasadas. «Quizás solo duerme, quizás se incorpore ahora, quizás vuelva de entre las cenizas». Pero, cuando esparces las cenizas en el río, sabes que se ha acabado. Una profunda aceptación de la muerte ocurre para los vivos, y también para los muertos.

Los muertos deben seguir su camino

Hasta cuarenta días después de la muerte, el ser aún demora en dejar completamente el cuerpo. Incluso si quemaste el cuerpo, buscará ciertos elementos del cuerpo como las cenizas o algo que le pertenezca, como su ropa usada.

Es por eso que en las familias hindúes, en el momento en que la persona muere, toda la ropa que la persona usaba —especialmente esa ropa que tocaba el cuerpo de la persona, como la ropa interior—, se quema. Esto se debe a que el ser aún buscará elementos del cuerpo, tal vez el sudor, tal vez el olor del cuerpo, porque aún no se dio cuenta de que se ha acabado. Si guardas las cenizas en un lugar, habrá una tendencia del ser a buscarlas. Por eso, las cenizas se sueltan en un río donde se esparcirán y se sumergirán. De ese modo, no pueden ser encontradas. Se hace todo lo posible para que el ser comprenda que se ha acabado.

Runanubandha: Romper el vínculo

Otro aspecto es que siempre que tocas a alguien —ya sea por relaciones de sangre o sexuales, o incluso si simplemente tomas de la mano a alguien o intercambias ropas—, estos dos cuerpos generarán «runanubandha»: una cierta comunidad. Se produce una similitud física.

Cuando alguien muere, tradicionalmente, buscarás cómo eliminar por completo la runanubandha. La idea de poner las cenizas en el Ganges o en el océano, es dispersarlas lo más ampliamente posible para que no desarrolles runanubandha con alguien que ha partido. Para que continúes con tu vida, debes romper esta runanubandha adecuadamente. De lo contrario —como está ocurriendo en las sociedades modernas—, podría afectar a tu estructura física y mental. Debilita tu cuerpo y tu estructura mental de tal manera que, en lugar de apreciar todas las cosas bellas que ocurrieron entre dos personas, las sufrirás. También puede conducir a un cierta enajenación de la vida.

Para evitar esto, intentamos destruir la memoria física solamente, no la psicológica. No debes perder la memoria psicológica y emocional. Alguien que significó tanto para ti, ¿por qué deberías olvidarlo? Debes apreciar esa relación para siempre. Pero queremos destruir la memoria física.

Daños ocultos

Hay otra razón por la que queremos dispersar las cenizas. Las cualidades de la persona permanecen en las cenizas después de la muerte. Aunque quemes el cuerpo, un laboratorio forense podría identificar a la persona con un análisis de ADN a partir de las cenizas. Por eso, si las guardas en una urna, por ejemplo, ¡este ser puede seguir rondando por ahí! Es por esto que quienes practican el ocultismo esperan en los crematorios para recoger cenizas para los rituales: quieren atraer al ser hacia ellos. Quieren hacer brujería y apoderarse de ese ser para utilizarlo de otra manera.

Cuando alguien querido para ti muere, quieres asegurarte de que sus cenizas no lleguen a las manos equivocadas. No quieres que tu ancestro o pariente sea maltratado durante largo tiempo o que se convierta en una víctima de la brujería. Cuando sumerges las cenizas en el río, nadie puede llevárselas. Otra forma de dispersarlas es ir a una montaña donde sople el viento, y soltar las cenizas para que se esparzan por todas partes. La intención es que nadie pueda recoger ni siquiera un pequeño puñado de ceniza.