La historia: Yutang y Dayu, dos maestros zen, aceptaron una invitación para instruir a un importante funcionario interesado en el zen. El Maestro Yutang se dirigió así al funcionario: «Eres un hombre inteligente y receptivo por naturaleza. Creo que serás un buen estudiante de zen».

En cambio, el otro maestro, Dayu, exclamó: «Debes estar bromeando. Este descerebrado puede tener un alto cargo, pero no reconocería el zen aunque le golpearan con él en la cabeza».

Entonces, el importante funcionario dijo: «Después de escuchar sus dos honorables opiniones, he decidido qué hacer».

Al final, el funcionario no construyó un templo para Yutang; construyó uno para Dayu y estudió zen con él.

Sadhguru: Normalmente, cuando eliges amigos, eliges a aquellos que apoyan tus limitaciones. Siempre elegirás a ese tipo de amigos con los cuales tu ego se siente cómodo. Buscas un maestro espiritual, no porque quieras escuchar cosas bonitas; lo buscas porque quieres la verdad. Quieres ver la creación y el fundamento de la creación tal y como es, no tal y como piensas que es. Sobre todo, un gurú o un maestro está ahí para destruir la falsedad que hay en ti. Es por eso que siempre digo: «Si te sientas conmigo y te sientes incómodo, quieres huir pero no puedes huir, sigues regresando, entonces, has encontrado a tu gurú». Alguien que no señala tus limitaciones no es tu gurú. Para mantenerte cómodo, puedes casarte: no necesitas ir a un gurú.

El gurú o un maestro está ahí para destruir la falsedad que hay en ti.

Acudes a un gurú porque quieres romper tus limitaciones, no afianzar tus limitaciones. El maestro que dice: «Eres genial, eres maravilloso», obviamente está buscando tu dinero. Un gurú es un amigo que constantemente te pincha el ego. Los demás son amigos que constantemente te inflan el ego. Decir cosas bonitas sobre las personas es muy fácil, pero el verdadero trabajo de un gurú requiere la compasión necesaria para señalar las limitaciones, con el riesgo de que pueda obtener ira, odio o cólera a cambio. Un maestro corre el riesgo de perder la amistad, porque está verdaderamente preocupado por tu bienestar.

Este funcionario es sabio porque lo reconoció. Sabe dónde reside su bienestar. No se deja llevar por los halagos y las palabras bonitas. ¡Eso es bueno!

Nota del editor: Lee este artículo donde Sadhguru explica qué es el zen y cómo llegó a ser un medio tan efectivo hacia lo Supremo. (Solo disponible en inglés).