Sadhguru, dijiste que ibas a reducir tu actividad externa e intensificar tu trabajo espiritual en el ashram. ¿Puedes hablar de esto?

Y a estamos haciendo esto de muchas maneras. No he reducido la actividad exterior; tengo que confesar que solo está aumentando. Pero hay muchas personas a las que estamos tonificando, poco a poco, paso a paso. La mayoría de estas cosas no necesitan atención física; simplemente se puede hacer. Un buen número de los brahmacharis están en una sadhana muy importante. Tomará algún tiempo para que se manifiesten, pero está en marcha un proceso muy intenso de sadhana. Cuando se establezcan más de ellos en ese tipo de sadhana, podemos hacer algo más por otros que estén lo suficientemente estables física y psicológicamente y que vivan en el ashram durante un período de tiempo suficientemente largo.

Para manejar números más grandes, hicimos algunos esfuerzos como el que hicimos en el programa de noventa días, Anaadhi, en los Estados Unidos en 2010. Lo que hicimos allí es muy, muy significativo. Esas cosas rara vez suceden, especialmente para un grupo grande de personas. Un cierto segmento de ellos lo han hecho muy bien, pero uno de los mayores problemas en el mundo de hoy es que la gente se la pasa cambiando de opinión cada dos días acerca de todo. No hay sentido de largo plazo. Adi Shankaracharya dijo: «Nischalatatvam jeevan muktihi». Eso significa que una atención inquebrantable a cualquier cosa conducirá a la liberación final. ¡Cualquier cosa! No a dios, no al cielo: ¡A cualquier cosa! Solo mira la flor de manera inquebrantable: sucederá. Mira a una hormiga de manera inquebrantable: sucederá. Solo sé cualquier cosa, inquebrantablemente. No tienes que estar necesariamente enamorado, solo enójate inquebrantablemente: te iluminarás. Agradable o desagradable —no importa—; si tu atención es inquebrantable, las cosas sucederán. Hoy en día, las personas llevan la deficiencia de atención como una cualificación.

Si te has esforzado por permanecer abierto, si te has desatascado de ti mismo, no dejaré que te desperdicies, no tengas tales preocupaciones.

He estado observando con cierta diversión lo que sucedió en Anaadhi en esos noventa días, lo que se les dio y cómo lo vivieron, a qué nivel de sadhana llegaron y cómo un número bastante sustancial de ellos siguen cambiando de opinión acerca de algo que saben que funciona para ellos absolutamente. Si algo no ha funcionado, ni siquiera te preocupes por eso, simplemente déjalo. Pero si algo ha funcionado fenomenalmente para ti, y sigues cambiando de opinión, tendrás que ver qué tipo de plazos tomas. Si das pasos pequeños o pasos grandes. En las sociedades occidentales, cambiar de opinión es una gran cosa: no muestres compromiso hacia nada y considérate libre.

La población urbana india no se queda atrás; los están alcanzando muy rápido. También están en el mismo tipo de estado. Incluso si algo ha sido bueno para ellos, no pueden mantenerlo. Entonces, cuando estás en un modo cambiante, no debemos molestarte demasiado porque así no funciona. Si solo queremos darte una práctica tonta, que no esté viva, puedo escribirla en un pedazo de papel. Pero si queremos transmitir algo, cuesta vida. No es tu vida la que estás malgastando, estás malgastando mi vida. Yo no tomo eso a la ligera. ¿Por qué tirar algo en un lugar donde no crecerá? ¿Por qué arrojar una semilla preciosa sobre una piedra? Me gustaría plantar una semilla en suelo fértil. ¿Puedes culparme por eso? Si veo tierra, las arrojaré todas. Pero, en una piedra, no sirve de nada.

Así que es por eso que vamos en etapas, para ver quién es quién, actuaremos en consecuencia. Si estás en el ashram o no, o si te he visto o no, quienquiera que seas, no te preocupes. Incluso si no sé tu nombre, si estás haciendo tu sadhana y manteniendo tu sistema preparado, lo atenderemos cuando sea el momento. No es necesario que hablemos contigo al respecto. Solo prepara tu sistema; nosotros haremos el resto.

Si te has esforzado por permanecer abierto, si te has desatascado de ti mismo, no dejaré que te desperdicies, no tengas tales preocupaciones. No hay ninguna otra falla en ti, solo que has invertido en tu limitación. Simplemente no consagres las formas de tu cuerpo y mente. El resto lo haré yo. Esta es una promesa de la que no puedo retractarme.

Amor & y Gracia