Sadhguru examina la esencia de Leela y el camino juguetón de Krishna, y por qué ser juguetón es la forma más responsable de vivir.

Sadhguru: Cualquier cosa que podamos hacer en estos siete días no hace verdaderamente justicia a un hombre como Krishna. No puedes contenerlo en siete días. Pero, de alguna manera, creo que entendiste lo intensamente apasionado que estaba por todo lo que hacía. En cada situación – ya sea como niño, como joven, como guerrero, como hombre de estado, como persona que se esforzaba por establecer un cierto equilibrio en la sociedad, como maestro, o cuando la gente lo miraba como una encarnación divina – no hubo ni un momento de descuido en su vida. Estaba activo, con toda la fuerza, todo el tiempo. Aquellos que logran mantenerse activos todo el tiempo, por cualquier razón, invariablemente comienzan a crecer en una posibilidad mayor. Ya sea que nos enfoquemos en la conciencia, la devoción, la acción, o nuestras energías; en última instancia, vemos cómo mantener esta vida que eres encendida todo el tiempo. Si está encendida todo el tiempo, te llevará a la naturaleza última.

¿Cómo mantenerla encendida? Aunque Krishna habló de las cuatro vías fundamentales en su enseñanza, destacó el camino de la devoción; no porque pensara que es mejor que la conciencia, la acción o el kriya, sino porque vio que un gran número de personas son más capaces de sentir emociones que de cualquier otra cosa. Si miras tu vida en términos de bienestar, digamos que hoy tu negocio va bien, tu trabajo va bien, todo está funcionando razonablemente bien, pero si algún tema emocional en tu vida falla, no te das cuenta de todas esas cosas. Por otro lado, digamos que hoy tu trabajo o negocio no ha ido muy bien, pero llegas a casa y a nivel emocional, todo está bien; entonces el aspecto emocional pasa por alto todo lo demás.

Un ánimo juguetón no es una filosofía que hay que desarrollar, en el sentido de «voy a ser juguetón».

Para la mayoría de las personas, las emociones son un factor dominante. Pueden alcanzar la intensidad máxima mucho más fácilmente a través de las emociones que a través de cualquier otro aspecto de la vida. Lo que el camino de la emoción, la devoción o la pasión, exige es un cierto abandono. Como dijo Francis Bacon: «Es imposible amar y ser sabio». Si quieres ser inteligente, correcto y todo eso, nunca sucederá. Los que quieren enamorarse deben estar dispuestos a hacer el ridículo. No debería importarte ser vulnerable. Es esto lo que asusta a la gente. No es que de otra manera no seas vulnerable. No importa cuán bien protegido estés, de todas formas eres vulnerable a los eventos de la vida. Es solo que cuando te enamoras, estás dispuesto a ser vulnerable. Estás entrando en ello voluntariamente.

La ventaja es que no se necesita una gran cantidad de aprendizaje, comprensión o sadhana para recorrer el camino de la pasión. Todo lo que se necesita es una aventura amorosa en un solo punto, que no cambia por ningún motivo. Ahora estás acostumbrado a este tipo de relaciones amorosas en las que si consigues la compensación necesaria, tu aventura amorosa está encendida. En el momento en que piensas que no la recibes, se apaga. Eso no es una aventura amorosa, eso es comercio. Si estás haciendo comercio en el mercado de valores, está bien. Pero si estás haciendo comercio dentro de ti mismo, es muy destructivo. Te quita vida. Por lo general, las llamadas personas espirituales dicen que el dinero quita vida, pero no es así. Lo que quita vida es cuando no hay pasión en tu vida y no hay efervescencia en tu emoción. Esto lo hace seguro, pero cuanto más seguro intentas hacerlo, te vuelves más orientado a la muerte, porque lo más seguro del mundo es estar muerto. Si estás vivo, puede pasar cualquier cosa.


Solo aquel que no juzga las cosas como buenas o malas, para quien cualquier cosa que suceda está bien, es un verdadero devoto. Ese es un verdadero amante. Pase lo que pase, él o ella sigue estando enfocado en un punto. Puede parecer estúpido a la gente que es calculadora. Los que están calculando vivirán cómodamente, pero nunca conocerán la dicha de la existencia. Aquellos que no son calculadores, que viven con pasión, conocen la dicha de la existencia. Si siempre estás calculando cuánto pones y recibes, solo conocerás la comodidad, no la alegría de la vida.

Estos siete días de Leela fueron para que llegaras a un poco más de pasión por la vida dentro de ti. Este no es el último día. Leela tiene que empezar ahora. Leela no significa imitar a Krishna, eso sería estúpido. Krishna nunca imitó a nadie, ni tú deberías hacerlo. Leela quiere decir que traes un ánimo juguetón a tu vida de la forma en que la conoces. 

Si mantienes unas cuantas horas de juego en un día sobre lo que estás haciendo, incluso tu cuerpo físico comenzará a funcionar mucho mejor...

Ser juguetón siempre se ha visto como algo irresponsable. Te habrán dicho esto cuando eras un niño, y probablemente, tú también le haces lo mismo a tus hijos. Si son juguetones, crees que es irresponsable. Pero la forma más responsable de vivir es jugando con la vida. Es absolutamente irresponsable andar por ahí con la cara larga. Ser juguetón es ser responsable. Solo cuando eres juguetón, puedes responder a la vida. Cuando eres serio, la vida que te rodea no existe para ti; solo se trata de ti y de tus tonterías. Puedes responder verdaderamente a todo en el mundo solo si eres juguetón. De lo contrario, solo la carga de ello te matará.

Un ánimo juguetón no es una filosofía que hay que desarrollar, en el sentido de «voy a ser juguetón». Toda la existencia es una danza de energía. Las fuerzas que crean esta existencia son siempre juguetonas. La creación siempre ha sido descrita en esta cultura como el juego de Dios. El «juego de Dios» no significa que Dios esté jugando con tu vida y creando miseria para ti. Las fuerzas de la creación están constantemente en juego. Si dejan de jugar, estás acabado. Solo cuando todas las fuerzas básicas del cuerpo juegan con todo su vigor, te sientes bien. 

Un ánimo juguetón no es tu actitud; es la actitud del Creador y de la creación. Si estás en sintonía con la creación y el Creador, ser juguetón es natural. Solo cuando te esclavizas por el proceso de tu mente – tus pensamientos, opiniones, ideologías, lo correcto e incorrecto, y las moralidades – pierdes tu ánimo juguetón. Todo el ánimo juguetón se ha ido porque has estado ignorando la creación más grande y te has apegado demasiado a las insignificantes creaciones de tu mente. Si estuvieras alineado con la vida, si estuvieras alineado con la creación y el Creador, naturalmente serías juguetón.

Solo los que son juguetones pueden realmente lidiar con los problemas del mundo y hacer lo mejor que puedan sin verse afectados por ello. Si tratas de lidiar con los problemas sin el necesario ánimo juguetón en ti, te comerá. Es por eso que tantas personas con buenas intenciones han sido tragadas por las situaciones en las que existían. Solo puedes manejarlo si eres verdaderamente juguetón, de lo contrario, todo será un problema. Para un principiante en el camino espiritual, que aún no se ha realizado, la actividad es necesaria. Y si no la haces juguetona, la actividad te mata, sin importar el tipo de actividad que sea.

Si mantienes unas cuantas horas de juego en un día sobre lo que estás haciendo, incluso tu cuerpo físico comenzará a funcionar mucho mejor. Tu cuota de sueño bajará y la meditación se convertirá en un proceso natural. Cuando eres juguetón, no te enredas con las cosas que haces. Una vez que no te enredas con ellas, no acumulas karma. Entonces el proceso de vivir se vuelve liberador. Con la actividad que realizas, ya no estás haciendo karma - estás haciendo yoga. Una vez que estás haciendo yoga durante el día, la vida se convierte en algo sin esfuerzo.